Mariana, la heredera del clan Di Girolamo - 1 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 517318758

Mariana, la heredera del clan Di Girolamo

-Llegué a la prueba especial para estudiar actuación en la UC y me pusieron un número en el pecho, como si fuera un programa de televisión. Pagué una cuota de inscripción de $7 mil y me dieron un texto para memorizar. Era un diálogo, muy subjetivo, sin mucho sentido, decía algo como "están silbando", "deja de silbar"... Luego entré en un grupo a la prueba de actuación y el profesor me dijo: "Imagina que estás drogada, en una casa en Farellones y van a entrar a robar. Actúa"... Era todo muy loco, muy extraño. Yo pensé que me había ido muy mal.

Mariana di Girolamo, 23 años, ex estudiante de Obstetricia en la Universidad de Chile, ex alumna destacada de un colegio del sector oriente de la capital, había llegado esa mañana al Campus Oriente de la Universidad Católica guiada solo por la intuición. Con apenas un par de montajes escolares en el cuerpo y un torrente de arte corriendo por sus venas, ella aún no era consciente de su determinación. Eso, hasta que una de las profesoras del jurado la reveló:

-¿Eres algo de la Claudia?

-Sí -le dije-. Y me dio vergüenza. No por mí, sino por los otros compañeros... porque, claro, no es menor. Di Girolamo es el manso apellido ¿no? Me puse nerviosa -recuerda, y se vuelve a sonrojar-. Di todas las pruebas, pero siempre pensé que mis nervios me iban a traicionar... Al final, quedé entre las 10 mejores -suspira-. Fue un momento en que por fin pude decir sí, tengo dedos para el piano, esto es para mí.

Esa jornada de selección de futuros intérpretes, donde año a año unos 300 postulantes aspiran a los 40 cupos que ofrece el Teatro UC, le abrió las puertas a un futuro que nunca se planteó. Le arrojó en la cara un destino que, por 20 años, más bien renegó y que ahora, cuando está a punto de comenzar las grabaciones como la protagonista juvenil de la primera teleserie de la nueva área dramática de Mega, todavía no logra racionalizar.

Mariana, de tez clara, ojos de ciervo, sonrisa infantil y un pelo enmarañado que corona su figura casi renacentista, se encoge dentro de su chaleco de punto grueso y sus jeans gastados, para decir y decirse:

-Yo venía en la micro sabiendo que me ibas a preguntar por qué quise estudiar teatro. Y la verdad es que no sé. Puede ser el haber crecido en una familia de artistas, el haber hecho un par de obras en el colegio, la mala experiencia en obstetricia, el que me fuera bien en la prueba especial... Todo eso junto... No sé. Este fue un salto al vacío para mí.

Los primeros vestigios de la red Di Girolamo aparecen en el siglo XV, en pleno Renacimiento italiano, pero no pertenecen al mundo del arte. Cuando en los talleres de Donatello, Boticelli y Filippo Lippi se redefinían los ideales de belleza, ayudados por hombres de recursos, como los Médici, un hombre llamado Francesco di Girolamo hacía las veces de notario.

-Ese es el detalle más antiguo que he podido encontrar de la cosa nostra familiar -cuenta el siempre sonriente, Claudio di Girolamo, pintor, escenógrafo, teatrista, cineasta y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR