A un mar de distancia - 7 de Junio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 572974266

A un mar de distancia

"El club" da cuenta de lo que sucede en una casa de sacerdotes que, por una razón u otra, han caído en desgracia. Cada uno de ellos representa un pecado reciente de la Iglesia chilena: uno ha abusado sexualmente de menores (Alfredo Castro), otro entregó hijos en adopción mediante engaños (Alejandro Goic), otro (Jaime Vadell) fue capellán castrense durante la dictadura (aunque su falta es poco evidente: la cinta habla de que quemó un cuaderno donde registraba confesiones sobre violaciones a los DD.HH, pero ¿la confesión no es acaso un secreto inviolable, incluso frente a la justicia?), y un cuarto sacerdote (Alejandro Sieveking) que nadie conoce qué hizo, por lo tanto uno puede atribuirle la falta que quiera o, dada su avanzada ancianidad, la representación de una Iglesia deteriorada, senil, que apenas se limita a murmurar incoherencias. La cinta está bien armada en su trama y en su montaje, y se mueve ágilmente en presentar las tensiones y sus desenlaces, todo lo cual hace sentir que es el resultado de un director en dominio de su oficio. Sin embargo, "El club" al mismo tiempo carga sus tintas sin aprensión alguna; cada plano adquiere una función clara, evidente y unívoca; no hay segundas lecturas casi respecto a ningún evento, y, como suele suceder en las películas de Larraín, los personajes no tienen posibilidad alguna de redención. Más bien, están ahí, en pantalla, para que los espectadores podamos condenarlos sin asomo de duda, no por sus desgracias pasadas, sino por los actos que realizan frente a nuestros ojos. En "El club", de hecho, cada uno de los personajes principales tiene asignada la ejecución de, a lo menos, una bajeza mayor, quizás con la sola excepción del sacerdote senil, que se salva por inútil. Así, con todos sus aciertos narrativos, "El club" puede verse como una cinta que lleva sombríamente al paredón a cada uno de sus personajes, para que los espectadores podamos lanzarles piedras sin la menor culpa (aunque quizá con poco...

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