Mapuches debaten causas que llevaron a que reclamos de tierras derivaran en usurpaciones
Hace 30 años, un 5 de octubre, fue promulgada la Ley 18.253 (Indígena). La norma, comprometida en la campaña presidencial de 1989, generó expectativas en las comunidades originarias del sur que mantenían demandas territoriales contra el Estado. Líderes mapuches expertos en política indígena coinciden en que la lentitud en los procesos de compra y traspaso de predios derivó en listas de espera, las que se han mantenido por décadas. Según los mismos especialistas, tal situación, además, es vista como una de las razones para que reclamantes radicalizados "se saltaran la fila" y recurrieran a la violencia y promovieran la usurpación de predios.La proliferación de estas ocupaciones ilegales llevó a la tramitación, durante tres años, de un proyecto para modificar el tipo penal y aumentar las sanciones para quienes las cometan. La iniciativa, despachada por el Congreso, enfrenta un nuevo debate en el Poder Legislativo, luego de la presentación de un veto presidencial.Respecto de los pros y contras que ha tenido la Ley 18.253, Domingo Namuncura, exdirector de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), destaca que la norma "ha logrado sobrevivir 30 años, porque cuando se aprobó generó grandes esperanzas y fue fruto de un acuerdo político entre los partidos de la Concertación y los movimientos indígenas, principalmente del sur del país". No obstante, Namuncura expone que "desde que comenzó a aplicarse tuvo algunos inconvenientes muy importantes, que tuvieron que ver con lo financiero, porque desde sus inicios estos recursos eran limitados y estaban concentrados en la compra de tierras" para las comunidades con reclamación. Agrega que "hay que reconocer que desde 1990 los presupuestos fueron escasos para todos los ámbitos, porque la recuperación de la democracia generó muchas ilusiones respecto de cientos de demandas sociales". Namuncura relata que cuando asumió como director nacional de la Conadi, en 1997, detectó que "ya se había producido una lista de espera". A su juicio, este antecedente generó como consecuencia las usurpaciones. "Como la respuesta gubernamental para la demanda de tierra era limitada, entonces un sector del mundo indígena, vinculado a Admapu, al Consejo de Todas las Tierras y a la primera facción de la Coordinadora Arauco Malleco, asumió que la respuesta política más eficaz era la acción violenta y así se producen las primeras tomas de terrenos y la quema de camiones", rememora.De igual modo, explica que "esto con...
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