Mapuches atacados por pares buscan apoyo en la fiscalía y en las asociaciones de víctimas
Antilef reconoce que la familia pidió a la fiscalía que los traslade a otro sector ante los continuos amedrentamientos, pese a que el inmueble cuenta con protección policial permanente.
Así como ellos, desde terapias psicológicas y asesorías legales hasta cambios de domicilio solicitan las personas de la etnia mapuche que viven a diario los ataques y atentados de sus propios pares, señala el jefe de la Unidad de Atención a Víctimas de la Fiscalía de la IX Región, abogado Diego Bizama.
Recalca que los mapuches afectados por la violencia rural no suelen solicitar medidas de protección, y si las reciben, piden que sean "discretas", porque "piensan que los estigmatiza y puede generar represalias".
El abogado y presidente de la Asociación de Víctimas de la Violencia Rural (Avvru), Felipe Romero, dice que el mayor número de ataques a mapuches se registra en Malleco, Padre Las Casas, Freire y Vilcún. Agrega que, en forma indirecta, en los atentados contra fundos, forestales, camiones, e incluso iglesias, también hay víctimas mapuches "que trabajan o que están a cargo de esos lugares".
Para la secretaria ejecutiva de la Agrupación de Agricultores de Victoria Malleco, Gloria Naveillán, "todos los mapuches son víctimas, porque los atentados lograron que se les identifique con la violencia, aunque los grupos radicalizados son minoría".
Diego Antilef agrega que aparte del dolor por la muerte de su hermano, "como familia nos están llevando a la ruina: al restaurante y centro de eventos (Ojo de Agua) ya no entra nadie, y a la productora que tenemos mi hermana y yo le han cancelado seis matrimonios que teníamos contratados entre octubre y febrero y que los íbamos a organizar ahí". Han pasado tres semanas del asalto y Antilef dice que "todavía no tengo respuesta para entender cuál fue el móvil".
Cecilia Jara Llancavil sufrió un atentado a su predio de tres hectáreas en Padre Las Casas en la madrugada del 1 de enero de 2015. Sus pérdidas en maquinaria superaron los $100 millones. "Estoy con protección policial de carabineros, y eso ayuda a reducir el temor", explica.
Jara Llancavil relata que su causa no ha tenido avances, que no hay culpables, pero que en su caso descartó irse de la zona, "porque estas tierras son lo único que tengo". Ahora trabaja con maquinarias prestadas, "mientras sigo pagando el crédito de las que me quemaron".
REPRESALIAS POR TESTIMONIOS
Según la fiscalía, "personas mapuches que han participado como testigos, cuando han sido...
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