Manual para leer la avalancha de resultados electorales: qué está en juego y qué significan
No es algo exclusivo de los tiempos convulsionados que se viven en la política. Habitualmente, algunos ven las elecciones como una suerte de "plebiscito al gobierno de turno". Una evaluación a mitad de camino, para tomar la temperatura a cómo la ciudadanía evalúa la conducción de sus líderes.Esta lectura es algo más controvertida esta vez, pues declaraciones, votos en el Congreso y gestos varios han mostrado a un Chile Vamos, a ratos, más distante de La Moneda y algunos ven a los candidatos del sector incluso "desacoplados" del Gobierno. Pero, a la vez, no son pocos los que piensan que si hay algo innegable, es que las últimas semanas y el ruido generado por la tensión en torno al tercer retiro no pudieron beneficiar a las campañas oficialistas y que las urnas recojan, en un porcentaje que nadie se aventura a anticipar, no solo las preferencias de los votantes, sino que también el rechazo hacia el Presidente.Aunque tuvo un repunte reciente de algunos puntos, la aprobación del mandatario llegó a 9% a fines de abril según la encuesta Cadem. Si la derecha sale bien parada hoy, podría ser una bocanada de aire para el Gobierno y un impulso para enfrentar el último tramo. Por el contrario, resultados por debajo de los pronósticos -como una Convención donde no tengan un tercio- golpearían duro después de semanas que ya han sido difíciles. Podrían dejar a los candidatos de Chile Vamos pasando la cuenta a La Moneda, en días que además serán claves para la negociación en torno a los "mínimos comunes".Pelea de gallos en Unidad ConstituyenteEn la centroizquierda algunos los reconocen como "los cuatro fantásticos", pero lo cierto es que ninguno marca bien en las encuestas presidenciales. Los exministros Paula Narváez (PS), Heraldo Muñoz (PPD), Ximena Rincón (DC) y Carlos Maldonado (PR) son las cuatro figuras de la otrora Nueva Mayoría -hoy Unidad Constituyente- que aspiran llegar a La Moneda en los comicios de noviembre. El problema es que todavía no definen qué fórmula utilizar para las primarias presidenciales, cuyos candidatos deberán ser inscritos este 17 y 18 de mayo, inmediatamente después de la megaelección que culmina hoy en la noche.En medio del lío por definir la carta presidencial de la centroizquierda, será clave mirar cómo le va a cada una de las colectividades de la ex-Concertación, para así ver cuánta fuerza o poder de negociación pueden ganar hacia el resto del año. Por ejemplo, si el Partido Socialista se impone más de lo estimado con sus candidatos a gobernadores, alcaldes y constituyentes, el PPD podría verse en aprietos, al punto de tener que dejarle la pista despejada a Narváez para enfrentar las primarias, porque si algo ha quedado claro en los últimos días es que los socialistas no están dispuestos a bajar a su abanderada por secretaría. Otro aspecto por considerar será el resultado que obtenga la Democracia Cristiana con sus distintos candidatos. En el caso de que les vaya bien -como pronostican la mayoría de los encuestólogos-, Ximena Rincón podría tomar ventaja, aunque claro está que bajo la sombra de su par Yasna Provoste (¿Se entusiasmará para competir en la carrera presidencial?)De todos modos, no hay que olvidar que si las cuentas son alegres para la falange, el resto de Unidad Constituyente podría quedar arrinconada, principalmente porque, en el escenario de una segunda vuelta, saben que concitar el apoyo de otras fuerzas opositoras -como el Frente Amplio o el Partido Comunista- se vuelve más difícil con la DC en el papel protagónico.Gobernadores: un nuevo mapa de poder territorial y una base clave para próximas eleccionesCon la atención puesta en los constituyentes, los candidatos a gobernadores han pasado casi desapercibidos. Les tocó debutar como cargo de elección popular con escasa visibilidad y conocimiento sobre sus atribuciones, pero hoy no hay que perderlos de vista. Sobre todo en las regiones más grandes, pues quienes triunfen se echarán al hombro una cantidad de sufragios solo comparable a la de los presidentes.En la capital la carta más fuerte según los sondeos es el exintendente Claudio Orrego. Un eventual triunfo del exalcalde, ya sea esta noche o en una eventual segunda vuelta, podría dejar a la DC con el poder territorial más extenso del país en cantidad de votos.En la Región de Valparaíso la jugada es más compleja. Si el Frente Amplio lograra imponerse con el activista Rodrigo Mundaca, hay que tener otro ojo puesto en la municipal. Especialmente en la aspiración de Jorge Sharp de ser reelegido en Valparaíso, y la de Macarena Ripamonti (RD) de destronar a la derecha en Viña del Mar. Si los factores se conjugan a favor del frenteamplismo, podrían recibir noticias que no les vienen mal en los días difíciles que viven. Pero claro, conseguirlo no es fácil: para esto tendrían que tener la confianza de la ciudadanía en su capacidad para administrar comunas, algo sobre lo que hay al menos algunas dudas a partir del desempeño de Sharp.En el Biobío, zona fuerte de la UDI, el escenario también está muy abierto. Si Flor Weisse triunfa, la UDI mantendría su poder en un territorio donde tiene alta influencia. Aunque el panorama que enfrenta es alentador, los ojos también están puestos en el independiente Rodrigo Díaz Worner, exintendente y exmilitante de la DC, quien podría...
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