Malestar social en Argentina - 11 de Junio de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 379111022

Malestar social en Argentina

Tal vez la Presidenta no tenga que lidiar con la tensa situación que en 2008 mantuvo a Argentina en vilo ante el prolongado paro del sector agrario, con carreteras bloqueadas y mercados desabastecidos, porque esta vez los manifestantes quieren evitar el disgusto de la población y han acotado el plazo de las protestas. Pero están decididos a enviar un mensaje categórico al gobierno: los altos impuestos y el exceso de regulaciones deterioran la rentabilidad del sector.

Por el lado de los trabajadores, la rama disidente de la Central de Trabajadores de Argentina (no kirchnerista) con sus cortes de ruta exige al gobierno, entre otros, aumentos al ingreso mínimo y que se eliminen los topes a las asignaciones familiares.

En tanto, el poderoso gremio de los camioneros anunció paros si no se les aprueba un alza de salarios para compensar la inflación real. Este escenario se completa con cacerolazos nocturnos, convocados a través de las redes sociales, contra la "inseguridad, la inflación y la corrupción".

Se hace manifiesto el descontento social por la situación económica, que el ex ministro de Economía Roberto Lavagna calificó, en una columna en el diario Clarín, como "una falsa escuadra, donde todos los precios y las variables monetarias están desajustadas". A juicio del ex hombre fuerte de Néstor Kirchner, esta realidad nace de la "combinación de inflación no reconocida y políticas parche" implementadas por el gobierno. "El valor real del dólar oficial no se corresponde con la productividad del país, ni con las condiciones de oferta y demanda, ni con lo que la gente opina que debería valer", escribió Lavagna, poniendo el dedo en la llaga de la política del gobierno, que mediante severos controles trata de restringir la compra de dólares para evitar la fuga de la divisa. En 2011, más de 20 mil millones de dólares salieron del país.

Duele el dólar en alza

Experiencias económicas traumáticas llevan a los argentinos a refugiarse en el dólar cada vez que vislumbran una situación compleja. En la década de 1980 fue la hiperinflación; en 2001, la debacle que llevó al "corralito". Hoy, la demanda de la divisa responde a una inflación no reconocida por el gobierno, pero sí por los consumidores, que a diario sienten en el bolsillo el alza de los precios. La respuesta del gobierno ha sido aumentar los controles para la compraventa de la moneda estadounidense, con la consiguiente alza de ella en el mercado paralelo.

La última norma impuesta exige que el...

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