Machismo disfrazado de igualdad - 3 de Enero de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 656654857

Machismo disfrazado de igualdad

Entonces, le oyó a una mujer maltratada por su pareja decir esa frase terrible, esa que cada tanto aparece en artículos, conferencias y estudios sobre agresiones de género, y que usó como título en uno de sus libros: "Mi marido me pega lo normal". Lo normal, acusa Lorente, como si la violencia pudiera ser condenada en función de su cantidad, de su frecuencia, de su intensidad, y no por el simple hecho de existir.

-Observé ese tipo de conductas en muchas mujeres y me dije: aquí hay un síndrome. Por eso me puse a estudiar sobre la agresión a la mujer -cuenta, frente a la sala de conferencias del GAM, donde vino invitado por ONU Mujeres para dar una charla abierta al público sobre violencia de género y femicidios, asunto sobre el que ha escrito una decena de libros.

Con el tiempo, Lorente -quien hoy es médico forense y académico en la Universidad de Granada- encontró que el machismo, entendido como una manera de pensar en la que el hombre se define, por naturaleza, superior a la mujer, no era el único causante de las agresiones hacia las mujeres. En tiempos en los que valores políticamente correctos, como la tolerancia y el respeto, se están instalando en la sociedad occidental, parece difícil avalar el machismo clásico, al menos a nivel de discurso. Esto ha impulsado, según Lorente, el surgimiento de una corriente de pensamiento mucho más sutil y, por lo tanto, más peligrosa, que llamó posmachismo y que definió a comienzos de 2009, cuando publicó el libro "Nuevos Hombres Nuevos" (Ediciones Destino) y trabajaba como delegado del gobierno de España para la Violencia de Género en el Ministerio de Igualdad, cargo que mantuvo hasta 2011.

Este fenómeno, en apariencia, busca una sociedad mejor, más equitativa, alejada de conceptos como el machismo y el feminismo. Pero en los hechos, dice Lorente, solo consigue perpetuar un modelo en el que las mujeres quedan en desventaja.

-El posmachista no hace un debate directo, al estilo Trump. Dice que no tiene nada en contra de la mujer, que solo quiere lo mejor para todos, hombres y mujeres, pero de este modo hace una crítica a las medidas que buscan poner a la mujer en una posición más igualitaria. Pregunta, por ejemplo, por qué no se habla también de la violencia contra los hombres. ¿Por qué hacer leyes específicas si la violencia es violencia y eso es lo importante? ¿Es que vale menos la vida de un hombre que la vida de una mujer? ¿Por qué el movimiento #Niunamenos no se llama #Nadiemenos? Todo esto se ve...

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