La lucha de Francisco Undurraga - 25 de Noviembre de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 746424245

La lucha de Francisco Undurraga

Capítulo 1 Una tragedia que no fueNunca pregunté ni indagué. Nunca nos sentamos con mis papás a hablarlo, tampoco lo comenté con mis hermanas o amigos. No es que fuera un tema tabú, porque ha estado siempre rondando, en el aire, pero desde arriba, en el terreno de lo abstracto. Y ahora que decidí contar mi vida, tengo que enfrentar ese instante decisivo en mi historia, ese accidente que marcó mi esencia, mi carácter y mi cuerpo.Enero de 1965, pleno verano, y mi mamá, Teresa Gazitúa Costabal -recién casada con mi papá, el publicista Francisco Undurraga Mackenna-, iba en auto con unas amigas por la calle Holanda (o quizás era por Lota), en Providencia, y en un cruce, con un disco Pare que evidentemente el otro vehículo no vio, las chocaron violentamente. Ella, que iba en el asiento de atrás, fue quien recibió todo el impacto por el costado. Quedó completamente aturdida, sangrando por un tajo en su cabeza y con un intenso dolor de espalda. Al llegar la ambulancia, recuerda que pidió que la llevaran al Hospital del Salvador, ya que el director de neurología era su tío político, el doctor Jorge González Cruchaga. En el lugar le hicieron una serie de exámenes, que incluían radiografías, para descartar algún daño mayor en su columna, y la dejaron internada en neurocirugía. Antes de llevarla a rayos equis le preguntaron si estaba embarazada: No sé, pero podría ser, respondió. Entonces, le cubrieron el vientre con una manta plomada y le tomaron las radiografías (...).Cuando por fin le sacaron yeso, se dieron cuenta de que estaba embarazada, pues su estado se hizo evidente. Comenzó además a tener otros síntomas como náuseas y vómitos y comprendió que el día del accidente -y de los exámenes y radiografías- sí estaba embarazada, aunque de tan solo tres semanas. Pero no había nada de qué preocuparse: le habían puesto una manta plomada sobre su vientre. Sin embargo, su tío neurólogo, Jorge González Cruchaga, no estaba tan tranquilo y algo intuía, pero no podía confirmar ni descartar nada, pues no existían las ecografías (...).Nací la madrugada de un miércoles 29 de septiembre de 1965 en la Clínica Santa María (...) El plan de ambos (papás) era tenerme por parto natural, sin anestesia, y así estaba sucediendo hasta que en el instante en que iba a nacer los doctores de golpe la echaron (a mi madre) hacia atrás y la durmieron. Por supuesto mi papá, como se usaba en aquellos tiempos, no había entrado al parto. Sin embargo, inmediatamente supo el desenlace...

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