'Desde la incorporación de Pablo Longueira siento que hay una gran convergencia estratégica'
"!El tuturutú fue un cañonazo¡ Fue un gran acierto del equipo creativo y demostró que en una campaña también hay espacio para el humor y la buena onda", comenta el candidato presidencial de RN, quien se ha permitido licencias como ésta luego de que la UDI resolviera hace un par de semanas cambiarle el contrincante y ungiera a Pablo Longueira como su abanderado.
-¿Qué efectos generó en su candidatura este nuevo escenario?
-Las actuales candidaturas de la centroderecha son muy fuertes y desde la incorporación de Pablo Longueira siento que hay una gran convergencia estratégica. Yo dije que mi campaña se iba a basar en no renegar de mi trayectoria política, en defender al gobierno y su proyección (aunque los números de aprobación de su gestión estuvieran por el suelo); y en enfrentar democráticamente a la Concertación. Esas tres definiciones nunca fueron compartidas por Golborne, que adoptó otro perfil. En consecuencia, hoy me siento más acompañado en esta estrategia que, sigo pensando, es la adecuada para enfrentar a Bachelet.
-¿Cómo espera diferenciarse de Longueira?
-La primaria no solo es para definir quién representa mejor a la centroderecha, sino también para determinar quién de los dos tiene más posibilidades objetivas de derrotar a Michelle Bachelet. Y quienes participen en nuestra primaria cotejarán o, como diría Carlos Larraín, pondrán en la romana, los atributos que ven en ambos candidatos. En mi caso, yo fui un gran impulsor del Acuerdo Nacional el año 85, siempre fui partidario de terminar con instituciones como los senadores designados, y hoy he propiciado el Acuerdo de Vida en Pareja, en fin. Hay diferencias de trayectoria política.
-¿Le teme a la máquina electoral de la UDI?
-Plantear que una primaria se resuelve por un tema de movilización de militantes de RN y la UDI es no entender el sentido de este proceso. Si hicimos una primaria abierta a los independientes es porque queríamos ir más allá del núcleo duro de ambos partidos. El sentido es generar una convocatoria lo más amplia posible, ir más allá de las fronteras tradicionales de la centroderecha para juntar la masa crítica que nos permita derrotar a la oposición. Es decir, con el tercio tradicional duro de la centroderecha no le ganamos a la Concertación. Solo una centroderecha abierta y diversa puede derrotar a Bachelet en noviembre.
-Su contrincante ha definido como eje de su campaña reforzarle a los chilenos que el país está avanzando por el camino correcto. ¿Usted hará lo mismo?
-No basta con que los candidatos que representamos al gobierno digamos que lo hemos hecho bien, si hasta ahora un porcentaje minoritario nos apoya. El camino no es salir a retarlos porque no se han dado cuenta de que Chile es un país maravilloso. Hay que persuadirlos de que en esta nueva etapa, tal como lo hizo Piñera hace cuatro años, en nosotros van a estar las soluciones a los problemas que los...
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