El llamado de la sangre
En diciembre de 2010 Fabián Rodríguez (26) viajó a Lota para conocer a Cristina Alegría. Ella lo entregó en adopción en 1987 mientras trabajaba como asesora del hogar en una casa de La Reina. Ahí llegó con el niño, entonces de cuatro meses. En su casa, en la Octava Región, había dejado una vida de miseria, una hija de tres años al cuidado de su madre y escasas posibilidades de criar un segundo niño. Durante años pensó que su hijo había sido adoptado por una pareja de Estados Unidos y, por lo mismo, nunca pensó en volver a verlo. Eso fue lo que le explicó a Bastián cuando se conocieron en una sala de clases en una escuela básica. Cristina vestía su mejor traje y la acompañaba toda su familia. Bastián, pantalones y camiseta suelta, estaba escoltado por Carlos y Pilar, sus padres adoptivos.
Marcos Wong (39) conoció a Nancy, la mujer que luego de una fuerte depresión lo internó en un hospital de La Bandera cuando tenía tres años y nunca más lo fue buscar. Su reencuentro ocurrió una mañana de abril de 2011 en las oficinas regionales del Servicio Nacional de Menores (Sename) en Ñuñoa, cerca del Estadio Nacional y de la Villa Olímpica donde Marcos había crecido con sus padres adoptivos, Fernando y María. Como Marcos y Nancy antes de su reunión ya habían intercambiado cartas y unas fotografías, se reconocieron en la recepción y se abrazaron antes de que los presentaran.
Marcos Wong, quien trabaja como montajista de ascensores industriales y es instructor de karate, había iniciado su búsqueda aconsejado por su madre adoptiva, luego de la muerte del jefe de familia. Ella sentía que se estaba haciendo vieja y no quería dejar a su único hijo sin ninguna red de apoyo cuando ella muriera. Pese a eso, Marcos no pudo evitar sentirse culpable frente a su madre adoptiva por querer conocer a Nancy.Â
-Pero sucedió todo lo contrario, me sentí más orgulloso de mi madre por haberme adoptado. También entendí las razones que Nancy tuvo para dejarme en el hospital. Ella no estaba pasando por un buen momento, apenas tenía para comer y no sabía cómo hacerse cargo de mí... Cuando uno es adoptado siempre está preguntándose por qué me dejaron a mí, por qué mi madre no se quedó conmigo. Esto sirve para aclarar esas dudas, para seguir adelante sin cuestionamientos.Â
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El programa "Búsqueda de orígenes" comenzó a operar oficialmente hace nueve años, pero desde 1999 esta iniciativa desarrollada por el departamento de adopción del Sename ya realizaba gestiones para ayudar a las personas adoptadas, que habían cumplido su mayoría de edad. La idea era que pudieran descubrir y, en lo posible, encontrarse con sus familias biológicas. Ese año entró en vigencia la Ley 19.920, que regularizó y redefinió el marco legal del proceso de adopción en Chile. Cambió un sistema que existía desde 1988 y que tenía vicios burocráticos que dificultaban y convertían las adopciones en un negligente tramado que permitía a algunas familias, con la ayuda de médicos y abogados, esquivar la vía legal y tramitar adopciones informales. Anteriormente las personas realizaban el proceso de postulación en los Tribunales de Menores y el Sename sólo intervenía para evaluar la adopción de un menor por parte de una pareja extranjera, pero el informe no era vinculante. Los niños salían de Chile "con fines de adopción", pero el trámite se hacía en el país de origen de los padres adoptivos. Ahora es diferente: la adopción de menores debe ser tramitada en el país. Este cambio inclinó la balanza a favor de las parejas nacionales. Antes de la ley, el 73 por ciento de las adopciones correspondía a parejas extranjeras y sólo el 27 por ciento a nacionales. Por lo mismo cuando comenzó el programa "Búsqueda de orígenes" la gran mayoría de quienes solicitaban encontrar sus raíces biológicas eran chilenos adoptados por familias extrajeras -suecos, italianos y franceses-, pero en los últimos tres años las cifras se revirtieron.
Antes de 2003, por ejemplo, las peticiones de chilenos eran muy esporádicas. Representaban un 25 por ciento del total de personas mayores de 18 años que consultaban el sistema. El crecimiento se hizo notorio hace cuatro años, cuando las consultas provenientes del país quintuplicaron a las de chilenos...
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