El llamado de Ricoeur - 22 de Agosto de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 691820437

El llamado de Ricoeur

Escribo estas líneas sin saber cuál será el fallo del Tribunal Constitucional sobre el proyecto que regula la despenalización del aborto por tres causales. No sé aún si quedaré satisfecho o frustrado. Pero esto no es óbice para sentir orgullo por la forma como la sociedad chilena ha procesado un tema tan divisivo. Más cuando está en la retina el horror de Barcelona, donde el fundamentalismo ha vuelto a mostrar su cara más tenebrosa.

No obstante la fuerza y acidez de los argumentos y el stress al que han sido sometidas las instancias que lo han debido debatir y decidir, tendremos que concordar en que el procedimiento ha cumplido rigurosamente con las reglas democráticas que nos hemos dado. Todas las partes tuvieron la ocasión de exponer en plenitud sus puntos de vista. La prensa informó vastamente, y la ciudadanía pudo ponderar los argumentos y formarse reflexivamente su propia opinión. Las instituciones convocadas a intervenir lo pudieron hacer sin presiones ni amenazas, buscando laboriosamente compromisos y acomodos. Y a pesar de gestos aislados, que fueron condenados unánimemente, el proceso se desarrolló de forma pacífica.

Si todo marcha como lo previsto, en el día de hoy muchos estaremos decepcionados y dolidos por el fallo del Tribunal Constitucional. Les sugeriría a mis compatriotas consolarse acercándose al pensamiento de uno de los grandes filósofos del siglo 20, Paul Ricoeur.

En la medida en que la sociedad se vuelve más compleja, sostiene este filósofo cristiano que pasó cinco años prisionero de los nazis, ella crea conflictos donde se enfrentan no solo intereses divergentes, sino también convicciones divergentes. Lo que se produce entonces es un choque entre diferentes nociones de grandeza o bien común, entre diversos sistemas de justificación. La virtud de la democracia es que estos conflictos son abiertos, y ella dispone de reglas y procedimientos para resolverlos que son conocidos y aceptados por todos. Adicionalmente la democracia permite que lo acordado, no importa de lo que se trate, esté permanentemente sujeto a revisión, toda vez que ella es un "sistema en el que la legitimidad está siempre puesta en duda, en debate".

En muchas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR