Límites urbanos - 2 de Abril de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 899515845

Límites urbanos

D e todos los adelantos de la Revolución Industrial del siglo XIX, el ferrocarril y el tranvía tuvieron enorme impacto en el concepto de ciudad y en el ordenamiento del territorio en general. Por una parte, el ferrocarril comprimió la percepción del mundo, posibilitando el transporte y las comunicaciones a distancia, y en otra escala, el tranvía lo expandió milagrosamente, permitiendo a la burguesía mudarse desde los viejos cascos fundacionales a una periferia más moderna y saludable, la llamada "ciudad-jardín", con las primeras experiencias de especulación inmobiliaria sobre terrenos agrícolas.Santiago no escapó a estos influjos. Hacia 1850, la capital seguía siendo colonial, pequeña, baja, homogénea en su arquitectura de cal, adobe y tejados, excepto por los campanarios de las iglesias y algunos edificios públicos singulares, entre los que descollaba en el horizonte el volumen de la Casa de Moneda, que junto con el Puente de Calicanto eran las edificaciones más espectaculares y cosmopolitas de la capital. Todo el acontecer urbano estaba circunscrito a un circuito desde el paseo de Las Delicias, la calle Ahumada, la plaza, el mercado, el puente, el paseo de los Tajamares y los límites que en este caso eran todavía físicos, resabios de la Conquista: un peñón que había servido de atalaya y defensa y dos cursos de agua: el río y la Cañada. Estos accidentes naturales constituyen hasta hoy los bordes perceptuales de la ciudad: cerro, río y Alameda. Fuera de ellos, los arrabales de extramuros, atravesados por las rutas inmemoriales del...

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