Life sciences
| Autor | Juan Francisco Reyes |
| Páginas | 58-59 |
Life
sciences
La Inteligencia Artificial en Chile
Juan Francisco Reyes
El 28 de octubre de 2021, el Ministerio de Ciencia,
Tecnología, Conocimiento e Innovación publicó la
primera Política Nacional de Inteligencia Artificial (la
“Política”). Este documento es el resultado de
colaboración de miles profesionales de diversas áreas
relacionadas con la inteligencia artificial, el cual, luego
de una consulta pública, culminó su redacción mediante
la aplicación de un plan que comprende acciones e
iniciativas desde distintos servicios públicos centradas
en aspectos sociales, económicos, y en la formación de
talentos con un horizonte de 10 años, sumado a una
inversión cercana a los $26.000 millones de pesos.
De acuerdo con la Política, la Inteligencia Artificial
(“IA”) se define como “el conjunto de técnicas
informáticas que permiten a una máquina (por ejemplo,
un ordenador, un teléfono) realizar tareas que, por lo
común, requieren inteligencia tales como el
razonamiento o el aprendizaje”. Vale la pena mencionar
que bajo dicha premisa es que se han realizado intentos
por llevar la IA a tareas propias de seres humanos como
fueron la serie de solicitudes de patente de invención en
las cuales se declaró como inventor a DABUS, un
sistema de IA que fue desarrollado por el Dr. Stephen
Thaler. Si bien las oficinas de patente europea, británica
y americana rechazaron las respectivas solicitudes por
cuanto una invención necesariamente debe ser
generada por un ser humano, las oficinas de Sudáfrica y
Australia reconocieron la capacidad de la IA de ser
calificado como inventor.
El ejemplo de la calidad de inventor que puede
detentar una IA es solo uno de los desafíos que nuestra
legislación deberá enfrentar. Otro tanto puede decirse
de la responsabilidad por accidentes de automóviles
con dirección autónoma, los bots de servicio al cliente o
los servicios que pueden prestarse por medio de
software basado en IA.
Chile ha adherido a diversas directrices
internacionales en la materia. La más relevante de estas
ha sido preparada por la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entidad
que ha definido 5 principios esenciales que deben guiar
el uso de la IA. Estos son (i) crecimiento inclusivo,
desarrollo sustentable y bienestar; (ii) centrado en el ser
humano y justicia; (iii) transparencia y explicabilidad; (iv)
robustez, seguridad y protección; y, (v) responsabilidad y
rendición de cuentas (en inglés accountability).
La Política se estructura en base a 4 principios
transversales: (i) IA con centro en el bienestar de las
personas, respeto a los derechos humanos y la
seguridad; (ii) IA para el desarrollo sostenible;
jfreyes@scr.cl
(iii) IA inclusiva; y, (iv) IA globalizada y en evolución. En
cuanto al contenido del documento, se divide en (i)
factores habilitantes, (ii) el uso y desarrollo de esta
tecnología, y, (iii) aspectos de ética y seguridad.
Más allá del alcance de la IA en el crecimiento y
desarrollo de la región, a que la Política hace referencia
con base cuantitativa en materia de investigación, los
magros resultados aludidos probablemente estén
relacionado con los niveles de gasto en investigación y
desarrollo relativo al PIB y son transversales a nuevas
tecnologías. En cuanto a patentes de invención
relacionadas con IA parece urgente generar una
institucionalidad normativa que permita tener reglas
claras que generen incentivos adecuados para fomentar
la innovación y producción científica básica y aplicada en
esta materia.
Creemos que la necesidad para el país de insertarse
adecuadamente al panorama en IA resulta
imprescindible, dado que la influencia de la tecnología
penetra cada vez más rápido en áreas automatizadas,
mecánicas e incluso profesionales, en materias tales
como salud, seguridad y trabajos de oficina, las cuales
razonablemente van a potenciar el crecimiento fabril de
Chile.
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