Este libro se llama Como el que yo una vez escribí. - Núm. 2003, Septiembre 2003 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56583963

Este libro se llama Como el que yo una vez escribí.

AutorHernández Montecinos, Héctor
CargoObra de ficción

Otra suspensión relativa al fuego paralelo: Correspondencia privada con mi madre cuando ambos éramos pirómanos

"porque lo bello no es sino el comienzo de lo terrible" R. M. RILKE "porque la región de la muerte es la dimensión del corazón" DYLAN THOMAS Yo les voy a contar lo que nadie ha visto y lo que nunca he dicho Les voy a contar una pequeña historia una pequeña historia nacional Las rodillas de mi madre se me aparecen en sueños Con súbito pavor salgo corriendo de mi casa en llamas Veo las rodillas de mi madre bajo la noche Porque la noche es como una manta de rostros indios Mi abuelo conocía un dialecto mapudungun Mi madre todavía habla con los muertos La noche está repleta Vivo en La Colina de la Sorpresa Sus rodillas están secas y pálidas No me olvido del dolor de nunca haberme pateado el espasmo ¿porqué tenían que aparecerme en sueños? Una mujer le dice a otra en nombre del señor su esposo va a volver Una loca le dice a los niños ustedes son bonitos ustedes son más locos que yo Oigo Escucho lo que hablan estas mujeres mientras pienso en las rodillas de mi madre que se me aparecieron en sueño Estoy estremecido Un peregrino le dijo a alguien que si los perros ladran es que se cabalga ¿Qué quieres de mí? ¿Que también diga algo? ¿Acaso recordar la vez que incendiamos nuestra casita?

Bajo la noche del coleccionista (que es la primera y la última: la única) estoy expuesto a su sed de no llamarme por mi nombre e ir en el instante Todos han ido viendo como reí cuando supe que me buscaba y me encerré a oscuras en la habitación en llamas donde mi madre prendía velas al espantapájaros para ahuyentar a los malos augurios Pero en verdad mi corazón es mucho más de lo que no pueden ver los muchachos porque mi corazón es un árbol profundo Alejándome de rodillas no me encontraron preguntando mi huida porque el coleccionista sabe que si no es hoy día puede ser mañana o cuando me encuentre cara a cara y haga crucecitas con sus uñas en mi pecho y pueda decirme que le pertenezco así ningún hombre podrá tocarme más que él cuando las vigilias de pronto se conviertan en la búsqueda de estar en el roce Fatalidad El coleccionista no me quiere a mí quiere lo mío

No hace mucho me di cuenta que los pájaros anidan en la angustia de irse desvaneciendo Yo creía en su inmortalidad pero vi como los pájaros reventaban sobre el techo en llamas de nuestra casa en llamas La noche anterior mi hermana había dicho que estas noches estaban oliendo a pájaros y todos nos reímos de estar asistiendo a un presagio Pero los pájaros cuando sueñan antes del alba no sueñan con pájaros porque su corazón es más duro que el oro el encanto rige sus señales de muerte que perpetuarán o no sus felaciones imaginarias Sobre La Colina de la Sorpresa que es donde vive la casa en llamas sobrevuelan los...

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