Leonor Oyarzún por Mariana Aylwin - 9 de Mayo de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 678686433

Leonor Oyarzún por Mariana Aylwin

El día del homenaje a mi papá, de la presentación de la Fundación Patricio Aylwin en el antiguo Congreso Nacional, se nos acercó un joven diciendo: "Yo soy el hijo de la señora Anita, de la población San Gregorio"; él vino a saludar a mi mamá. Él estaba ahí por ella, porque él era parte de una historia no sabida sobre mi mamá.

Porque su historia es discreta, serena y de mucho temple, como ella es, como es el trabajo que hizo por décadas en esa población con mujeres, para que ellas mejoraran su dignidad y sus vidas. Algunas llegaron a ser modistas de tiendas de moda. Lo mismo que quiso hacer desde La Moneda, cuando creó la Fundación Integra, el Prodemu y la Fundación de La Familia. Siempre sin meter ruido, pero desarrollando una tremenda vocación social que aprendió a temprana edad.

Mi mamá fue la mayor de seis hermanas, y es la única que está viva. Ella ha enterrado a todos sus seres queridos: a todas sus hermanas, a su mamá y a su papá, que lo perdió cuando solo tenía 16 años de edad. Entonces, a ella le tocó asumir un rol familiar importante, porque, según cuenta, mi abuela era joven y regalona. Siempre recuerda que, muy asustada y vestida con un traje y un sombrerito negro -porque el luto era muy riguroso entonces- tuvo que ir al banco a retirar el dinero de su papá y ayudar a administrarlo en esa casa de puras mujeres.

Mi abuelo fue síndico de quiebras y tenía una situación razonablemente buena, pero lo que tenían se empezó a gastar. Y ella no pudo estudiar por lo mismo.

Tampoco se casó tan joven, como se usaba entonces. Y ahí hay otro evento que creo que la hizo ser tan fuerte como es. Estuvo de novia antes de conocer a mi papá, no sé bien a qué edad, pero ella tenía su anillo de compromiso cuando su novio murió; como que enviudó antes de casarse. Ese anillo lo fue desarmando para regalarle un brillante a cada una de las hermanas de su novio cuando se casaron. Lo que quedó de él, se lo dio a mi hermano menor para su novia cuando él se casó. Yo tuve más suerte, porque a mí me tocó el anillo de compromiso de mi papá, del cual mi mamá se desprendió antes de que él se muriera. No me lo he sacado más.

"Un amor como ya no hay"

Mi mamá se casó cerca de los 30 años. Cómo conoció a mi papá, muestra también cómo era ella: leyó un artículo escrito por él en la revista "Política y Espíritu" sobre los mineros del carbón, y le preguntó a un amigo si conocía al autor. Este amigo la invitó a un baile de Año Nuevo para que se conocieran, y allí se enamoraron. Dicen que a los cuatro días mi papá le propuso matrimonio. A los diez meses se casaron.

Cuando yo nací, al año siguiente, mi padre ya era candidato a diputado, por lo tanto vivió siempre al lado de un político. Cuando éramos chicos, mi papá nos llevaba al colegio y luego iba a almorzar a la casa, después de hacer clases en la mañana. Todos almorzábamos juntos, pero en la noche él no llegaba a comer. Andaba en sus reuniones políticas y mi mamá le dejaba un...

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