Lenguaje de señas - 16 de Agosto de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 580101954

Lenguaje de señas

Los actos, como los sueños, suelen tener un doble contenido; uno manifiesto y el otro latente. Uno es la escena que aparece en el sueño, otro el deseo mudo que la anima y que la escena expresa y disfraza.

El contenido manifiesto de esta visita resulta inocuo. El ex Presidente quería informar de la iniciativa constitucional que impulsa su fundación. La reunión con los ministros habría sido nada más que un acto de pedagogía constitucional, una forma de hacerles saber que la republica.com -la deliberación a través de las redes- puede ser una forma higiénica, rápida y universal, carente de los ruidos de las asambleas y las vociferaciones de los cabildos, de iniciar el proceso constituyente. Y como Burgos fue subsecretario durante su gobierno, era natural que además, y aprovechando la ocasión, hablara bien de él.

Pero el contenido manifiesto no es el importante. Él suele ser un disfraz de algo que, por lo intolerable o irritante, se resiste a ser explícito.

¿Cuál es el contenido latente -los deseos mudos- que revela la visita del ex Presidente?

Basta revisar dos o tres circunstancias para saberlo.

La visita se produjo en ausencia de la Presidenta y luego de una entrevista que puede ser catalogada entre las más extrañas del último tiempo (y por lo mismo, un acierto del diario que la realizó). Los políticos reflexivos conceden entrevistas cuando tienen una información que entregar o existe una nube que decidieron disipar. En la entrevista al diario La Tercera, sin embargo, la Presidenta Bachelet no dijo nada, absolutamente nada, sino que prefirió desdecirlo y confundirlo todo: devaluó la presencia de Burgos y Valdés, y despojó de todo sentido inteligible al realismo sin renuncia que ella misma había proclamado.

La visita del ex Presidente Lagos -ya se sabrá de quién fue la idea- intentó corregir lo anterior.

Aprovechando un punto de prensa, una verdadera mise-en-scène que contó, sin duda, con la anuencia del propio Burgos, el ex Presidente Lagos se encargó de subrayar la autoridad del ministro del Interior, elogió su desempeño en la función pública y explicó el realismo sin renuncia: una cosa, dijo, es pensar el país sin el incómodo roce del tiempo (un plano que no requiere renuncia a nada) y otra gobernarlo en los acotados períodos de la democracia (plano en el que impera el realismo y los anhelos se abrevian).

Fue un acto -todo hay que decirlo-...

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