¿Dónde está el próximo Lehman?
La quiebra de Lehman Brothers, un banco de inversión estadounidense, en 2008, transformó una crisis crediticia grave en la peor crisis financiera en 80 años. Rescates masivos por parte de los gobiernos y los bancos centrales evitaron una segunda Depresión, pero no pudieron impedir una profunda recesión de la que muchos países ricos todavía intentan recuperarse.
Cinco años después de calamidad, dos grandes preguntas deben ser respondidas. ¿Las finanzas globales están más seguras? ¿Habrá más crisis en el horizonte?
Las respuestas rápidas son sí y sí. Las finanzas mundiales parece menos vulnerables porque las reformas en el sector financiero las han hecho más resistentes, y porque Estados Unidos, el país en el corazón del desastre de Lehman, se deshizo de gran parte del exceso de deuda y corrigió muchos de los desequilibrios de su economía.
Las zonas de riesgo de hoy están en otra parte, pero es poco probable que ellas puedan generar un colapso en la escala de la de 2008. Pero podrían producir suficiente agitación para golpear con fuerza el crecimiento.
Los tres presagios del Apocalipsis
El desastre de septiembre de 2008 tuvo muchas causas. Sin embargo, poniéndolo crudamente, la desaparición de Lehman Brothers generó una catástrofe por la combinación de tres vulnerabilidades distintas.
La fundamental era el aumento de la deuda, en particular en el sector financiero, provocada por la burbuja inmobiliaria. La quiebra que siguió se hizo más peligrosa debido a la segunda debilidad: las complejas interrelaciones entre las finanzas securitizadas significó que nadie entendía qué activos tenían valor o quién debía qué cosa a quién.
El fracaso de Lehman agregó una tercera dimensión devastadora: la confusión acerca de si los gobiernos podrían (o estaban dispuestos) entrar a rescatar cuando las finanzas fracasaran. Una regla de oro para detectar futuros desastres es percibir hasta qué punto esas debilidades -el incremento de la deuda, interconexiones mal hechas y la incertidumbre sobre una red de seguridad- se repiten.
La reforma de la regulación financiera desde el año 2008 ha realizado más progresos en los dos primeros puntos.
Bajo los nuevos estándares de capital de Basilea, los bancos están siendo obligados a retener más y mejor capital en relación con sus activos. Los grandes bancos "sistémicos" incluso más que otros. Otra línea de las reformas, como incentivar el comercio de derivados a centros de intercambio, ha tratado de mejorar la...
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