Un lector en el diván... - 28 de Enero de 2024 - El Mercurio - Noticias - VLEX 977192516

Un lector en el diván...

El 10 de octubre de 1921, André Breton llegó a Viena para visitar a un maestro; Sigmund Freud (1856-1939) lo recibiría en su casa. El poeta francés llevaba varios años escribiéndole al psicoanalista, pidiendo más detalles sobre las ideas del inconsciente y los sueños, y de algún modo dándole las gracias: para el surrealismo de Breton y el grupo que lideraba, la teorías de Freud habían sido un sustento decisivo. El médico le respondía con amabilidad, pero nunca profundizaba demasiado. Breton lo quería de su lado en su cruzada de radical liberación artística. No resultó: la cita, dicen, fue agradable, pero no mucho más. Freud no lo entendía."A pesar de que recibo tantas pruebas del interés que usted y sus amigos tienen por mis investigaciones, yo mismo no soy capaz de aclararme qué es y qué quiere el surrealismo", llegó escribirle en una carta Freud a Breton. La respuesta suena más a una excusa cordial que a un arrebato de sinceridad, especialmente viniendo de un hombre que había abierto los límites de la ciencia de su época para desentrañar la mente humana. Y más aún, que había desarrollado el psicoanálisis justamente con base en la literatura. Shakespeare, Dante, Goethe, Cervantes y una enorme cantidad de autores, incluyendo los clásicos grecolatinos, le entregaron al médico la sustancia para guiar sus investigaciones."Mis historias clínicas carecen, por así decirlo, del severo sello científico y presentan un aspecto más bien literario", llegó a decir Freud, ahí sí reconociendo honestamente lo que hacía: el científico que era, a la larga, terminaba siendo un narrador. Un escritor. El uno no podía ser sin el otro, y hoy ya no tenemos demasiadas dudas de aquello. "Obviamente, estoy hablando aquí de Freud el escritor y considerando el psicoanálisis como literatura", anotó el crítico literario estadounidense Harold Bloom en su libro "El canon occidental" (1994). "El verdadero éxito de Freud consiste en haber sido un gran escritor. Como terapia, el psicoanálisis agoniza, y quizás ya esté muerto: su supervivencia canónica debe buscarse en lo que Freud escribió", agregó, al añadirlo a la suma de textos centrales de la historia.Inspiradores y neuróticosFuente de innumerables lecturas, acaso como de tantas ideas que conviven en nuestra cotidianidad, Freud encontró en la literatura un acervo básico para su trabajo. Pero antes fue una afición personal: muchas veces contó que de niño aprendió español para leer "El Quijote", como también que fue la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR