La lechería que desafía al desierto en Arica - 25 de Diciembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 699583993

La lechería que desafía al desierto en Arica

No son los habituales invernaderos de tomates ni plantaciones de hortalizas que se ven en el resto del valle. Es el kilómetro 42 y el verde es mucho más profundo, oscuro y extenso. Son 40 hectáreas de siembras de alfalfa y maíz, para alimentar a un plantel de cabras y vacas lecheras de raza holstein que, a lo lejos, mugen en un establo, mientras mastican pasto en medio del desierto.

Se trata de Lácteos Lauca, la lechería más septentrional de Chile, que desde hace 20 años no solo produce leche, sino que también elabora quesillos, quesos, mantequilla y helados en Arica, con un modelo de integración vertical que pocas empresas de la zona central o sur del país han logrado desarrollar.

La empresa partió como un sueño porfiado de Ana Quiguaillo. Mientras estaba en el colegio, en los años ochenta, vio de cerca un intento fallido por establecer una producción de leche en esa zona, a través de un proyecto estatal en el que participó su padre como productor, y que años después la llevó a estudiar Veterinaria a la Universidad Austral de Valdivia, para aprender cómo podía conseguir que una iniciativa de ese tipo tuviera buenos resultados entre la arena del norte.

"Me fui a estudiar a Valdivia solo porque quería aprender sobre la producción de leche, y en las vacaciones de verano e invierno volvía a trabajar acá, con las diez vacas rústicas que tenía mi papá", comenta sentada en la terraza de su casa, desde donde se divisa el galpón de las vacas, la siembra y la lechería.

También recuerda que sus profesores se reían cuando les contaba que quería instalar una lechería en Arica, cuando la veían tomar apuntes de todas las recetas de lácteos mientras hacía la práctica en el Centro Tecnológico de la Leche de la universidad y cuando les pedía ayuda para implementar una sala de ordeña con su padre.

"Mis profesores vinieron a verlo, porque no creían lo que estábamos haciendo", dice Ana Quiguaillo y sonríe.

Las diez vacas rústicas del inicio, a comienzos de los noventa, fueron aumentando hasta llegar a las 80 que tiene en ordeña actualmente, apoyadas principalmente por el éxito que consiguió Ana Quiguaillo al producir quesillo fresco para la zona, que hoy también distribuye a Iquique y otras ciudades del norte.

"Partimos repartiendo nosotros mismos, almacén por almacén, y hoy el 85% de nuestras ventas corresponde a los quesillos", detalla junto a su marido y socio, Ricardo Ladrix, a quien conoció mientras eran compañeros en la U. Austral.

Con los dos mil litros...

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