Una lección de la pandemia: promover una ética del cuidado - 3 de Mayo de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 844184844

Una lección de la pandemia: promover una ética del cuidado

Cuando su madre, Penélope, quiso participar de una discusión pública, Telémaco la hizo callar y la mandó a ocuparse de las cosas de la casa. La escena está en la "Odisea", esa obra germinal de la cultura occidental. Y no solo dice que las mujeres no deben participar del espacio público, político, que solo les corresponde ocuparse de las tareas del hogar; también dice que dichas tareas, las llamadas labores domésticas, son asunto exclusivamente privado, ajeno al interés público.¿Es así? ¿Qué sería del espacio público, de los trabajos fuera del hogar, sin las labores de cuidado? ¿Sin almuerzo, por ejemplo, sea o no en casa, o sin quien nos cuide cuando estamos enfermos o sin nadie que se ocupe de los niños? En medio de la pandemia de covid-19, con parte de la población encerrada en sus casas y la otra obligada a seguir saliendo de sus casas, ¿cuántas mujeres han debido agregar a sus jornadas de trabajo a distancia las tareas del hogar? ¿A cuántas se les ha recargado el trabajo doméstico que ya hacían? ¿Cuántos nos hemos dado cuenta de lo poco que sabemos cuidar y cuidarnos, y de cuánto dependemos de otros, ahora que, por ejemplo, debemos cocinar en la casa y ya no comprar comida en algún carro o casino, o tenemos que preocuparnos de los niños todo el día o de cuidar a los más viejos?Por distintas vías, la emergencia sanitaria ha explicitado la importancia de las labores de cuidado: las tareas médicas y la salud pública, por el lado más obvio, pero también las tareas del hogar. Hace poco, en una entrevista en el diario español El País, el sociólogo Alain Touraine dijo: "Esta crisis va a empujar hacia arriba a los cuidadores". Desde hace años, filósofas como Martha Nussbaum, Seyla Benhabib y Joan Tronto abogan por una "ética del cuidado", es decir, por considerar que los cuidados son un asunto público, una cuestión de justicia social. El concepto fue acuñado en 1982 por la psicóloga y feminista Carol Gilligan, y ya en 1985 se empezó a discutir e implementar como perspectiva ética y práctica por la enfermería.La triple jornada"Muchos de quienes trabajan en labores de cuidado son profesionales remunerados, y en esta crisis estamos aprendiendo a valorar más que antes el dedicado trabajo de las enfermeras y otros profesionales de la salud", dice Martha Nussbaum desde Estados Unidos. Pero, agrega, "la mayoría del trabajo de cuidado, el cuidado de niños, de ancianos, el trabajo doméstico de todo tipo, no es remunerado y lo realizan principalmente mujeres. Debido a que no se paga, no se incluye en las cuentas de ingresos nacionales, e incluso teorizar cuánto vale en términos financieros es muy difícil, aunque algunos economistas, especialmente Nancy Folbre, han hecho un trabajo importante al respecto".Nussbaum cree que es importante hacer esa cuantificación en orden a que ese tipo de trabajos de cuidado sea respetado. "Pero también es importante descubrir cómo apoyar a estos trabajadores para que puedan seguir en la vida el camino que realmente...

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