¡Larga vida a la revolución! - 8 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 518742974

¡Larga vida a la revolución!

Mientras la Revolución Francesa, el primer ejercicio igualitarista-racionalista de la época moderna, condujo al "Régimen del Terror" y anticipó, en buena medida, las revoluciones marxistas posteriores tanto en la forma como en el fondo, la estadounidense produjo la primera democracia de los tiempos modernos y la sociedad más libre y próspera que la humanidad jamás haya visto.

Como bien notara Lord Acton, Europa parecía incapaz de abrigar la libertad, la que tuvo que encontrar su terreno fértil en América para de ahí conquistar el mundo. La pregunta fundamental es por qué, a diferencia de las demás revoluciones, la americana consolidó una sociedad libre en términos políticos y económicos.

La respuesta es que la independencia estadounidense en realidad no fue una revolución. Los americanos, a diferencia de los franceses o los soviéticos, nunca intentaron refundar un orden partiendo desde cero y jamás confiaron en los planes de ingeniería social diseñados por intelectuales.

Cuando los colonos se rebelaron en contra del rey inglés lo hicieron acusándolo, con razón, de haber violado las instituciones y principios más esenciales de la tradición inglesa. Entre ellas destacaban el derecho de propiedad, el debido proceso y el derecho a representación política para quienes son contribuyentes.

Desde su llegada a América, los primeros colonos habían incorporado el rule of law y los principios de soberanía popular como fundamentos del orden político. La revolución de los estadounidenses fue así una lucha por preservar y no por tumbar sus centenarias instituciones.

De ahí que Edmund Burke, quien haría un ataque fulminante a la revolución francesa y a su pretensión de construir un orden completamente nuevo desde arriba, justificara la revolución americana señalando que los colonos estaban "dedicados a la libertad de acuerdo a las ideas inglesas y a los principios ingleses".

John Adams, el segundo presidente de EE.UU. y probablemente el más leído de los padres fundadores, llegó a decir que la Revolución Francesa, con su igualitarismo y racionalismo, no tenía "tan solo un principio en común" con la estadounidense y que todas las constituciones resultantes de ella podían ser consideradas una "idiotez". Esto es un factor fundamental que ha distinguido siempre a liberales de socialistas. Los liberales en la tradición anglosajona creemos que el progreso es el resultado de una evolución larga y compleja impulsada por fuerzas espontáneas que se desarrollan en el...

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