Justicia frena maniobra de Dilma Rousseff para blindar a Lula en casos de corrupción en Brasil
El carismático ex Jefe de Estado, que gobernó entre 2003 y 2010, volvía al gobierno con el fin de rescatar la aproblemada administración de Rousseff, quien lo calificó ayer como "el mayor líder político de Brasil".
Pero Lula, dos veces Presidente y padre de un modelo que sacó de la pobreza a 30 millones de brasileños, llegó a Brasilia en un ambiente muy diferente al que existía cuando la dejó, con un 80% de popularidad.
Tras solo 40 minutos desde su designación, se dio a conocer la decisión del magistrado de Brasilia Itagiba Catta Pretta Neto de suspender su nombramiento. El juez consideró que al asumir Lula en la Casa Civil hay sospechas de un "crimen de responsabilidad" y agregó que la decisión da señales de que Rousseff busca intervenir en la justicia y en el trabajo de la policía. En su resolución, el magistrado agregó que la ley impide al Presidente cometer actos contra "la probidad" de la administración pública.
Con la designación, Lula podría obtener fueros especiales que le permitirían evadir las causas por corrupción que enfrenta en la justicia ordinaria, ya que a un ministro solo lo puede juzgar el Supremo Tribunal Federal.
No obstante, anoche el Tribunal Regional Federal, de segunda instancia, anuló la medida cautelar adoptada por el juez Catta Preta, al acoger una apelación del gobierno. "La decisión interfiere sobremanera en las atribuciones del jefe del Poder Ejecutivo de nombrar y destituir a los ministros del Estado, en nítida injerencia jurisdiccional en la esfera de otro poder", argumentó.
En su apelación, el gobierno había resaltado la "falta de imparcialidad" por parte del juez Catta Preta, luego que se filtrara que participó en actos contra el gobierno y publicó cosas contra la Presidenta Rousseff en la red social Facebook. El magistrado confirmó ayer su participación en las protestas, pero dijo que lo hizo como ciudadano.
De todos modos, la suerte de Lula todavía no está clara, ya que otra jueza federal en Río de Janeiro, Regina Coele Formisano, también ordenó una medida cautelar contra el ex Presidente, que aún sigue en pie. Según su fundamentación, el intento de "blindar" a Lula en un ministerio "hiere de muerte el principio constitucional del juez natural y el sistema jurídico brasileño", y critica el hecho de que el Tribunal Supremo es una corte en la que "siete de sus once magistrados fueron nombrados por el partido hoy en el gobierno".
Con la medida cautelar, no se impide que Lula se quede en el gobierno, pero sí...
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