Julia Navarro analiza el mal en su nueva novela, ambientada en Nueva York - 15 de Febrero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 593605822

Julia Navarro analiza el mal en su nueva novela, ambientada en Nueva York

Nueva York es el escenario principal de las correrías de Spencer, y en esta ciudad se hizo esta entrevista con la autora, que mira esta nueva etapa en su carrera literaria como quien contempla el suelo desde lo alto del Rockefeller Center: "Es un salto al vacío". Principalmente porque es la primera vez que Julia Navarro -autora de "Dime quién soy" y "Dispara, yo ya estoy muerto"- escribe una novela tan centrada en la psicología de los personajes.

El problema de Spencer "es el resentimiento, pero es una persona muy lúcida. Sabe perfectamente cuándo hace el mal", asegura Navarro, descartando que su protagonista sea un psicópata. "Yo quería escribir una novela sobre la gente que dice que no se arrepiente de nada y sobre cómo habría cambiado la vida de los demás si esa persona malvada se hubiera comportado de otra manera. También, sobre la influencia de la comunicación en la política y nuestros días", explica la autora.

-Thomas odia a su madre y a su familia materna, y en el fondo a sí mismo, por ser hispanos: oscuros de piel, rechonchos y bajitos. ¿Es xenófobo?

"Un niño, en principio, no es racista. ¿Cuánta gente se siente mal cuando llega a un país porque se siente rechazado? A él no lo rechaza nadie, es cierto, es él quien rechaza porque se siente diferente, pero es que los niños no quieren ser diferentes de sus compañeros".

El sujeto nace en el seno de una amorosa y acomodada familia neoyorquina de abogados a la que se encarga de amargar la vida desde su más tierna infancia. La narración lleva al lector a través de la adolescencia atormentada de Thomas, su juventud y primeros trabajos publicitarios y hasta su madurez profesional y cronológica, aunque no emocional, porque es un personaje que casi no evoluciona: es malvado desde el principio hasta el final. Tan malvado que termina sus días sumido en un sinfín de sospechas: "La gente malvada cree que los demás son capaces de hacer lo mismo que ellos", explica la autora que ha querido dejar, como siempre, un final "absolutamente abierto, para que el lector interprete lo que quiera".

En lo que no cabe a interpretaciones es en que Thomas Spencer es un ser falto de escrúpulos y de empatía. "Thomas solo empatiza con Esther (el personaje femenino de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR