La jugada de Qatar - 20 de Noviembre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 915047650

La jugada de Qatar

E ra el año 2006. Estaba sentada en el suelo de la pieza de mis papás tratando de encontrar algún monito animado para ver en televisión. Fue en eso que apareció un comercial que captó rápidamente mi atención. Siguiendo una pegajosa melodía, la canción de la publicidad de una bebida mundialmente famosa decía así: "En esto estamos juntos, viendo como locos la copa del mundo". Luego, mostraba a una serie de personajes que veían el Mundial sin importar nacionalidad, idioma, ni siquiera qué eran (en una de las escenas podíamos ver una barra de peras machucadas alentando a su equipo).Nunca había prestado atención a un Mundial antes (o al menos no de manera consciente), pero de pronto el simple hecho de haber visto un comercial despertó en mí una conexión con esa emoción colectiva que generan los campeonatos de selecciones de fútbol cada cuatro años.Permítanme agregar esto. Fue así como ese año 2006 vi, junto a mi papá y abuelo, los golazos en los últimos minutos de Grosso y Del Piero que le dieron el triunfo a Italia sobre Alemania en semifinales, y el inolvidable cabezazo de Zidane a Materazzi en la final, que sepultó las esperanzas de Francia. Toda esa experiencia, sumada a la pegajosa canción como banda sonora, dio origen al sueño de algún día ir a un Mundial, para sentir todo ese ambiente en vivo y en directo. Pero el tiempo pasó, y eso quedó ahí.Cuando supe que vendría a Qatar justo antes del inicio de la nueva versión de la Copa del Mundo, recordé esa experiencia y volví a sentir la emoción infantil (a pesar de que Chile quedó fuera esta vez).Claro, no viviría el evento en sí (después de todo, estaría aquí por trabajo y regresaría justo una semana antes del pitazo inicial), pero estar en el lugar que entre el 20 de noviembre y hasta el 18 de diciembre (cuando se juegue la final) congregaría la atención de miles de millones de personas de todo el planeta en una fiesta deportiva y un espectáculo de primer nivel, en un ambiente de completa celebración, es una experiencia digna de cualquier lista de "deseos viajeros". Y, al menos por ahora, sería lo más cercano que estaría de vivir un Mundial, además de que me permitiría volver a experimentar lo que sentí cuando tenía diez años y miraba ese comercial de la bebida mundialmente famosa.Pero como ocurre a menudo, el sueño a veces se estrella con la realidad. Este país sede del Mundial ha recibido duras críticas por su situación de derechos humanos, ha enfrentado graves acusaciones por las condiciones de quienes trabajaron construyendo los estadios, provocando...

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