Juegos de construcción y videojuegos forjan destrezas clave para estudiar ciencias o ingeniería
Si no estaba atrapando insectos o buscando renacuajos, Pamela Rojas, doctora en Ciencias con mención en Ingeniería Genética Vegetal e investigadora posdoctoral del INIA Rayentué, armaba naves espaciales y lo que dictara su imaginación con los Lego que compartía con su hermano. "Eran nuestro juego preferido. Competíamos por quién hacía el mejor diseño".
Según un estudio publicado esta semana en la revista Geosphere, de la Sociedad Geológica de EE.UU., esos juegos no solo les aportaron horas de entretención.
Habilidad entrenable
Tras evaluar las habilidades de razonamiento espacial de 345 estudiantes de pregrado usando tres pruebas que requerían desencajar, visualizar y rotar objetos mentalmente, los investigadores de la U. de Colorado en Boulder hallaron que las respuestas correctas en los test oscilaban entre 6% y 75%.
Este dispar rendimiento implica un desafío en la enseñanza de carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, en inglés), donde el ingreso, permanencia y desempeño de los alumnos están fuertemente correlacionados con sus habilidades espaciales.
Para Anne Gold, líder del estudio y directora del programa de Educación y Alcance Comunitario del Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales de la UC Boulder, la amplia variabilidad que detectaron en el rendimiento no se explicaría si esta habilidad se desarrollara en la educación formal, a la que todos asistieron. "Algo debía haber sucedido en la temprana infancia o fuera de la escuela para que algunos chicos tuviesen mejor pensamiento espacial".
Y el estudio mostró que, efectivamente, este razonamiento era significativamente mayor entre estudiantes que reportaron haber jugado más en su infancia con juegos de construcción -como Legos, mekanos y otros similares- o con videojuegos de acción y deportes.
Dichas habilidades se desarrollarían al construir volúmenes con distintas piezas tridimensionales. Y en el caso de los videojuegos, podría deberse "a que los jugadores tienen que modificar su ángulo de visión y responder a cambios en su entorno virtual, lo que entrena el cerebro para realizar tareas espaciales", dice Gold a "El Mercurio".
Si bien esto corrobora que las habilidades espaciales son entrenables y desde temprana edad, el estudio detectó más hombres que mujeres con alto razonamiento espacial. Pero estas diferencias de género desaparecían al comparar a estudiantes de ambos sexos que habían usado juegos de armar y videojuegos.
"Nuestros...
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