Cuando el juego (de potencias) se hace verdadero - 9 de Febrero de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 763342185

Cuando el juego (de potencias) se hace verdadero

Las crisis internacionales tienden a abrir oportunidades para que las grandes potencias puedan adelantar sus agendas y también ajustar sus cuentas. Y en ese sentido, la situación de Venezuela es un problema que trasciende Sudamérica o al mismo continente, lo que confirma que en la actualidad no hay crisis regional que no tenga impacto global. Tal como la inestabilidad derivada de la Primavera Árabe ayudó a crear una ola migratoria que hoy remece los cimientos de la unidad europea.Estados Unidos, China, Rusia y la Unión Europea (UE) están manifestando sus posiciones e intereses donde los conceptos más recurrentes parecen ser democracia, elecciones, soberanía, petróleo, militares y ayuda humanitaria, lo que denota la enorme complejidad del asunto.La administración del Presidente Donald Trump, que prácticamente ha ignorado todo territorio al sur de México, ha tenido el suficiente tino de apoyar las iniciativas del Grupo de Lima -que incluye a Chile-, acompañando la presión diplomática de este bloque con sanciones económicas y el envío de asistencia para el pueblo venezolano que es depositada en Colombia.Sin embargo, en EE.UU. deben saber bien que ni las sanciones económicas ni el aislamiento provocan un cambio de régimen. Ahí tienen el ejemplo cercano de Cuba y lejano de Irán; países que hace décadas son objeto de una presión sostenida sin dar mayores avances a un cambio efectivo. No se puede esperar que Irán sea democrático.El sobrevalorado argumento de la dependencia del petróleo venezolano ignora la realidad de que hoy Estados Unidos es el principal productor de crudo del mundo, con más de 11 millones de barriles al día, gracias a nuevas técnicas de extracción, superando a Arabia Saudita. Para Venezuela sigue siendo su mayor comprador -y buen pagador-, pero se trata de un negocio que va a la baja. Se ha pasado de más de un millón de barriles en 2008 -el apogeo de Hugo Chávez-, a unos 500.000 barriles en 2017.Entonces, ¿cuál puede ser el objetivo de la administración Trump detrás de la remoción de Maduro? Si aplicamos una tasa de descuento a la promoción de la democracia -que no coincide con el acercamiento con dictadores de la talla de Kim Jong-un- y al argumento de la seguridad energética -insuficiente en cifras-, entonces quedan dos propósitos: evitar que Venezuela se convierta en un Estado fallido (dirigido por élites corruptas y donde prosperan las actividades criminales) en el corazón del Hemisferio Occidental y en terreno fértil para...

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