Jueces venezolanos en exilio en Chile relatan la persecución que vivieron y cómo escaparon
Así comenzó la travesía de Elenis del Valle Rodríguez, la magistrada del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), quien antes de ocupar ese cargo era una defensora de causas de violaciones a los derechos humanos. La misma que esta semana leyó desde el exilio en Chile el fallo de la Sala Constitucional que ordenó al Presidente Nicolás Maduro abrir un canal de ayuda humanitaria.
Son seis los jueces que se encuentran asilados en nuestro país luego que Maduro, en cadena nacional, ordenara detener a 33 magistrados, el mismo día que debían jurar como integrantes del TSJ, un símil de la Corte Suprema nacional.
Junto con Rodríguez llegaron José Fernando Núñez, Zuleima del Valle González, Luis Manuel Marcano, Ramón Pérez y Beatriz Ruiz. Todos litigantes externos al Poder Judicial venezolano, con excepción de Ruiz, que fue suspendida como jueza por no cumplir las órdenes de "la dictadura", afirma.
EL TSJ nunca pudo sesionar en Venezuela y el 13 de octubre en Washington, Estados Unidos, se instalaron como tribunal. Desde entonces, las audiencias las realizan por videoconferencia entre Chile, Estados Unidos, Colombia y Panamá, donde están repartidos sus integrantes.
Hoy se los ve sonrientes, pero estos meses no han sido fáciles. Primero estuvieron en la clandestinidad, luego, decidieron ingresar a la embajada chilena en Caracas, donde estuvieron más de dos meses. Sin salvoconducto, temían no solo por su integridad física, sino que por la de sus familiares.
Torturas a dos jueces
Su preocupación la gatilló la situación de dos de sus compañeros que fueron detenidos y torturados. Uno de ellos renunció luego de los apremios y de la presión que le pusieron al detener a su familia.
"A Ángel Cerpa lo tuvieron 40 días maniatado a las llaves del lavamanos en un baño. Bajó 20 kilos. Hoy está en Venezuela, pero no con una libertad plena porque tiene que presentarse cada ocho días", cuenta Núñez.
Sobre Jesús Alfredo Ramos, que también fue detenido, el juez Núñez explica que "cuando a él se lo llevaron detenido fue con su esposa y su hija de seis años. Imagínese la presión, por eso renunció".
Decididos a salir del país, y sin sus familiares, emprendieron el viaje desde Caracas hasta la frontera con Colombia. En el camino sortearon varios obstáculos; entre ellos una colisión de uno de los autos de la comitiva.
A Chile finalmente llegaron el 19 de octubre. La mayoría optó por nuestro país porque conocían de su hospitalidad. Otros, como el juez Núñez, vinieron...
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