Jorge Lanata dispara otra vez
-Hay cosas que pueden estar y no estar, ¿me entendés? Es una locura.
La "superposición" es, además de un fenómeno físico, una explicación posible de la insondable parábola que fue trazando Lanata a lo largo de las últimas dos décadas. Lanata está y no está en varios lugares a la vez. En los 80 fundó el diario Página 12, hoy alineado al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a tal punto que borró a Lanata de su historia (cuando Página festejó su aniversario número 25, con la presencia de la Presidenta, en el evento ni siquiera se lo mencionó). Lanzó la revista Veintitrés, hoy también en sintonía con el kirchnerismo, que en una de sus columnas de opinión -firmada por el analista Ricardo Forster, hoy funcionario del gobierno- lo tildó de "impostor" y "cuentapropista moral". Desde las páginas del diario Crítica -fundado por Lanata en 2008 y cerrado dos años después- denunció al Grupo Clarín por presunto lavado de dinero y por haberse adueñado en los 70, y de maneras ilegítimas, de la mayoría accionaria de la empresa Papel Prensa, que monopoliza la venta de papel; aun cuando un par de años después terminaría, como hoy está, trabajando para ese mismo multimedios ("No me quedó otra -argumentó en su momento-. El 80 por ciento de los medios está manejado por el gobierno"). Y en la actualidad, montado sobre la plataforma del Grupo Clarín, se proyecta como uno de los principales enemigos públicos del gobierno, a pesar de que ahora, a diferencia de años pasados, Lanata está en su período más inofensivo. Solo sale de su casa para hacer su programa de radio (en Mitre, del Grupo Clarín), para dializarse día por medio, y para cenar las dos noches del fin de semana.
Antes o después, o mientras tanto, lee. Sobre física cuántica.
-Cada día me importa menos la política. Quiero dejarla en algún momento. Los políticos me aburren. Hoy me encontré al aire diciendo que ya ni quiero escuchar a Cristina. Porque, ¿qué voy a escuchar? ¿Que somos el país que más coca-cola consume en el mundo? ¿Qué discusión política me plantea eso? Ninguna. Está todo muy bastardeado, entonces prefiero leer sobre fractales o física cuántica. Escuchame -se reclina sobre la mesa y se acomoda los lentes, de montura turquesa-: hay partículas que están y no están a la vez en el mismo momento. ¿No te parece increíble? Es mucho más interesante quedarme acá leyendo eso que salir a tomar cafés y ver quién se alía con quién para ganar las elecciones.
Está en su escritorio. En el piso 19 de un edificio de Retiro desde el que es posible ver la línea calma que une el cielo con el Río de la Plata. Frente a él hay una biblioteca de libros apretados. En su escritorio hay papeles, libros, bolígrafos, algún medicamento. Y a sus espaldas hay una pared con diplomas y premios enmarcados, y con algunas de las portadas más famosas de los medios fundados por él. Una de ellas es de la revista Veintiuno -que luego se llamaría Veintitrés- y tiene un agujero en el centro. En 1998, época de Carlos Menem, para hablar del "agujero negro" por el que se iban algunos recursos del Estado, Lanata resolvió dar un golpe de efecto y sacar los ejemplares perforados de un tamaño tal que una mano pudiera pasar por el hueco.
-Yo soy el que hizo eso -dice señalando el ejemplar-. Es curioso, porque con este gobierno comparto muchos enemigos. Desde el punto de vista de la prensa, todas las figuras que ellos han criticado yo las critiqué antes. Muchas veces citan notas mías sin nombrarme.
Da ejemplos. En junio de 2013, Lanata publicó en Clarín una denuncia por contrabando contra Jaime Stiusso, en ese entonces director de Contrainteligencia de la...
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