Jorge Lanata 'Soy adoptado' - 1 de Julio de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 684903117

Jorge Lanata 'Soy adoptado'

Son los libros quienes deciden lo que serán y nunca los autores quienes les imponen un destino; cuando es la conciencia lo que fluye, no se elige. Sé que no es normal comenzar una antología periodística con una confesión personal, pero no podría escribirla de otro modo. Soy adoptado, acabo de enterarme, desde entonces en mi cabeza no hay verdad para otra cosa. Evitar este dato echaría sombra sobre todos los demás. Esto soy ahora, nacido nuevo de preguntas.

Juego hace meses con el título de este libro para tratar de encontrar lo que esconde; pensaba juegos como vida y obra, u obra y vida, más obra que vida, o al revés, hasta que quedé enredado en porcentajes tontos, al punto de no saber separar ambas cosas. ¿Cuánto de vida si nunca fui otra cosa? ¿Cuánto de obra? Escribo desde siempre, pocas veces en papel, la mayoría en algún lugar de mi memoria que gracias a Dios se ordena solo. Este es, entonces, un libro de vida y vida, ya que la obra solo puede observarse a la distancia y es precisamente eso de lo que carezco. Acabo de contarles que lo que tenía más cerca, yo mismo, no era tal.

Liliana llamó a Sara y se encontraron en un bar. Eso solo era extraño: Liliana, mi prima de Mendoza, viene poco a Buenos Aires y cuando lo hace nos vemos en mi casa. Sara y yo llevábamos unos meses de haber realizado un trasplante cruzado; quizá el sobrevuelo de la muerte había llevado a Liliana a romper el secreto. Al día siguiente nos vimos los tres en casa, y Liliana repitió la historia: ella era chica y había escuchado, de casualidad, a su padre Emilio hablando con un tercero. Hablaban de mi adopción. No sabía más, y lo había callado durante toda su vida. La única que podía saber, la única Lanata que quedaba viva en verdad, era mi tía Negra. Carmen Billy Lanata, le habían puesto Billy por Billy the Kid. Perdió un hijo de 20 años hace mil y vive en un viejo edificio de la calle Montes de Oca. La Negra se resistió a dar los pocos detalles que dio: mamá había tenido un parto fallido de mellizos y, por amigos de Mar del Plata, tomaron contacto con una partera: mi madre era una chica rica del interior de la provincia, madre soltera. La Negra no recordaba el apellido, cree que mi fecha de nacimiento era la verdadera, mamá venía fingiendo un embarazo y pasó una temporada en Mar del Plata hasta que volvió conmigo. Me hizo jurar que nunca iba a contarlo. Y después me dijo que todos lo sabían.

No sé si creo en el destino, a veces creo que soy un ángel y otras compruebo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR