Jorge Brantmayer revela su monumental 'Geografía de la piel'
Pero lo que Brantmayer acaba de inaugurar en CorpArtes -su proyecto "Geografía de la piel- es tanto o más sorprendente. "Siento que ahora contaba con toda la expertise para este tipo de trabajo, y pude hacer una propuesta más sólida y compacta". Se interna con estética y maestría (esas que domina y enseña), y una profunda sensibilidad en una delicada realidad: la inmigración actual en Chile. "El tema surgió en medio de mis andanzas para "Muchedumbre", cuando repentinamente el paisaje humano empezó a cambiar. Comenzaron a aparecer nuevos rostros, distintos. Partí acercándome a ellos con mi cámara, especialmente a los haitianos. Pero lo hice con timidez y algo de vergüenza y miedo, porque la máquina me permitía entrar en sus vidas. Les pedí permiso con respeto y humildad".
Esta nueva exposición en CorpArtes no deja indiferente. Está integrada por 480 rostros, 100 de ellos llevados a papel de algodón sobre aluminio, que cuelgan impecables en las paredes, y el resto se van exhibiendo en forma continua por proyectores de alta calidad, ubicados a la entrada de la muestra. El artista captura la elegancia, ritos, encantos y desencantos, anhelos y miedos de sus retratados. El título, "Geografía de la piel", alude a un paisaje humano de toda Latinoamérica, donde la piel es más protagonista: más ruda, con más texturas, surcos, accidentes, posee un carácter mucho más fuerte, afirma el reconocido fotógrafo chileno de 62 años.
Los retratos -todos en gran formato- fueron cuidadosamente montados a modo de instalación por el mismo Brantmayer. "Los articulé por similitudes o tensiones formales entre los retratados". Hay series sobre niños, de adultos jóvenes elegantes saliendo de iglesias, mujeres con distintos peinados y hasta de hombres tribales, como les llama a algunos procedentes de Ghana. Al final de la enorme sala, una pareja, en formato monumental, detiene al observador. "Los amplié a más de tres metros por sus formas de cabezas tan particulares", nos acota durante el recorrido.
La elegancia de los haitianos para conducir sus vidas
-¿Cómo partió este nuevo proyecto?
"Primero tuve que hacer algunas gestiones. Fui a Quilicura donde hay una organización de inmigrantes para que me dieran las coordenadas, los lugares donde los haitianos van a aprender español, por ejemplo. En la Universidad Alberto Hurtado me ayudaron para dar con una comunidad en Estación Central. Y una vez en los distintos lugares -donde fui con un par de ayudantes, entre ellos mi...
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