Jon Fosse: el oído y la luz - 8 de Octubre de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 947212810
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Jon Fosse: el oído y la luz

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Vincent

El escritor noruego Jon Fosse dice que no ve a sus personajes, sino que los escucha. Que no piensa en tramas, sino en sonidos, y que, cuando todo va bien, lo que escribe se siente como una gran composición. Dice que escribir es como rezar y, en realidad, sus frases funcionan como verdaderas oraciones. Porque eso son: los personajes de Fosse rezan. Y rezar es una forma de hacer circular el lenguaje por sus historias desde la repetición, esa repetición que va acumulando capas de sentido, que define un ritmo, un trance. Al final de cada capítulo de su Septología, su protagonista, Asle, toma su rosario y reza. Lo saca de su bolsillo, busca la cruz. La historia que hemos venido leyendo se convierte en oración y, junto al protagonista, rezamos. Un Padre Nuestro en latín, luego en el idioma del libro, a veces una línea más. Y con ese mismo pintor mirando dos líneas que se cruzan (dos líneas, ahora, de pintura, de colores sobre un lienzo) comienza cada capítulo de esta obra monumental. Reconocimiento y repetición. Plegaria y memoria. Ese ritmo tan particular. Estados hipnóticos como los que abundan en su ficción, y que resultan de las actividades de sus personajes: pintar, pescar, caminar bajo la nieve, manejar un auto por largo rato. Y la mente viajando de una idea a otra.La literatura de Fosse es desafiante, pero a la vez escrita en un lenguaje engañosamente simple. Tiene lo afilado de Beckett (pienso en su trilogía compuesta por "Molloy", "Malone dies" y "The unnamable") y lo sinuoso de ese adentrarse en la memoria en frases largas de Proust (en su Septología, claro, en otros libros, la frase corta va conjurando nuevos recorridos). Eso, si es necesario compararlo, aunque lo mejor, creo, sería celebrarlo por su luz distinta. En Fosse, las palabras se repiten, las expresiones, y con eso volvemos a vivir. Fosse nos comparte un ritmo, se demora en cada letra, cada signo. En su Septología no hay puntos (de ningún tipo). La vida sigue, quizás. Y, en el silencio, a veces, es posible escuchar a Dios. Jon Fosse se convirtió al catolicismo en su adultez (es probablemente el escritor católico más importante en estos momentos) y sus personajes se enfrascan en discusiones sobre la religión, la esperanza, la gracia. Es algo que, cuando llega en la página...

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