Presentacion del libro de Manuel Jofre: Pablo Neruda: de los mitos y el ser americano: capitulo 6: La palabra americana. Por Manuel Jofre. - Núm. 31, Junio 2004 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56656757

Presentacion del libro de Manuel Jofre: Pablo Neruda: de los mitos y el ser americano: capitulo 6: La palabra americana. Por Manuel Jofre.

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EL SER AMERICANO COMO CICLO

Corresponde a Raimondi una aguda percepción acerca de lo que es el mito, cuando dice: "En el ciclo solar del día, en el de las estaciones del año y en el inorgánico de la vida se ofrece un único modelo de significado; partiendo de él, el mito construye el relato central en torno a una figura que es ya el sol, ya la fertilidad vegetal, ya un dios o un héroe". [1]

Hemos visto cuán importantes son los ciclos solares en la poesía de Neruda, y cómo las estaciones del año tienen una vigencia diacrónica a lo largo de toda su obra y cómo se manifiesta la estructura del día mítico. Esto en cuanto el tiempo es considerado un factor central en el ser americano dentro y fuera de la escritura nerudana.

También se ha percibido cómo se expresa, especialmente en Residencia en la tierra, este ciclo bio-orgánico de la materia central (Ya sea en el tránsito de la primera a la Segunda residencia, o considerando la estructura que los "Tres cantos materiales" imprimen a la Segunda residencia).

Con respecto al día, las estaciones del año, la vida y las materias ofrecen un modelo único, que es presentado como una narración primigenia, originaria, en torno a la figura que es la energía, el sol o la fertilidad concentrada en lo vegetal.

La energía-materia está metaforizada en este poder plural, este origen de diversas caras, que es, en la primera poesía de Neruda, a veces, el sol, o los árboles, y luego la tierra, e incluso el propio cielo.

Frye, al referirse al poema, dice que en la fase arquetípica el poema imita a la naturaleza como proceso cíclico regido por recurrencia o periodicidad, proveniente de la experiencia solar, climática y agraria, pero básicamente del ciclo central sueño-vigilia. Esto haría que la poesía de Neruda se volviera un centro generador, al ser como la naturaleza. [2]

Certera es también la doble cara del ser americano, basado justamente en el ciclo del estar despierto y estar durmiendo. Aquí estaría también el origen de las poéticas duales nerudianas.

Frye argumenta, tal como lo han sugerido otros estudiosos, que el poema imita a la naturaleza de la manera en que la escritura y el mundo presentado en Neruda intenta imitar el ciclo de lo vegetal, viéndolo como un proceso cíclico con regularidades y recurrencias. En realidad no se trata de imitación, sin embargo, se trata de que el mismo ritmo de lo vegetal está en el lenguaje, en el día, en el tiempo.

El origen de lo vegetal viene de que lo vegetal es una cosa intermedia, situada entre lo terrestre y lo aéreo y así el origen de lo vegetal está en la evidencia del poderlo solar, en un mundo agrario que asume la

Todo esto tiene como modelo la alternancia del dormir y el estar en vigilia, por eso dice Frye que en el poema persiste la diaria frustración del ego, que lleva a parejas el despertar nocturno de un yo titánico. [3] Justamente, en la primera poesía de Neruda está la diaria frustración del ego, la imposibilidad de realización en lo social, la provincia y la burocracia, el sin sentido de la vida urbana.

Todo esto acontece durante el día, en oposición al despertar nocturno de un yo titánico, de la expresión de una subjetividad sumamente poderosa.

Mircea Eliade ha escrito que el mito es un "modelo ejemplar de todas las actividades humanas significativas", que el mito es una "experiencia de lo sagrado", que los mitos se presentan como hierofanías, esto es, manifestaciones de lo sagrado. [4] Aquí se argumenta que estas experiencias, fundadoras del ser americano, varían de obra en obra, por ejemplo, de la epistemología de Residencia en la tierra a la ontología de Canto general.

El mito, sin duda, es un tipo especial de narrativa, que cuenta el inicio de algo ejemplar con eventos universales relevantes, y esta historia verdadera es sacra, y consiste en una orientación para realizar actividades concretas, hacia una manera de pensar específica. Esto es, definitivamente, lo central en la escritura nerudiana.

Como se aprecia, siempre están en juego sistemas simbólicos que son agrupaciones de estructuras míticas. Los simbolismos centrales, son, primero, de índole celestial, solar y lunar, por una parte; en segundo lugar están los simbolismos acuáticos, telúricos, vegetales y animales; en tercer lugar, los simbolismos espaciales, temporales y de la búsqueda. Todos ellos conforman el ser americano, como se ha visto.

Desde otra perspectiva, Van der Leeuw declara que el mito "comunica una idea del mundo, pero en una serie de sucesos, acciones y padecimientos". [5] Esta definición también permite visualizar que aquí lo que leemos es la estructura mítica del ser americano tal como es propuesta por la escritura nerudiana.

LOS RITMOS DEL MITO AMERICANO

Volviendo a Frye, él dice que "en el mundo divino el proceso central es de muerte y renacimiento, o de reencarnación y alejamiento, de un dios solar, que muere de noche y nace al amanecer, o de un dios de la vegetación que muere en otoño y revive en primavera". [6] Esto es apreciable en la poesía de Neruda en varios aspectos.

El mundo nerudiano es un mundo material, físico y sagrado...

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