Jarry desde cero
Hace casi once meses que no pisa una cancha de tenis federada, que no se enfrenta a un contrincante en un campeonato y que no asiste, aunque sea desde la galería, a algún torneo oficial. Nicolás Jarry, tenista, 25 años, quien en 2019 ganó su primer título ATP 250, llegó al puesto 38º del mundo y se convirtió en una de las mejores raquetas nacionales, perdió todos sus puntos, luego de que la Federación Internacional de Tenis lo suspendiera por haber dado positivo en un control de orina en noviembre pasado, donde se detectó la presencia de dos sustancias prohibidas.Hoy, un lunes de octubre, Jarry saluda desde el otro lado de la pantalla, sentado en una habitación de su nuevo departamento en la ciudad de Sarasota, en Florida, Estados Unidos. Hace un mes que se mudó para allá, con la idea de vivir cerca de su nuevo centro de entrenamiento, la IMG Academy, ubicada a pocos kilómetros de su actual hogar y donde trabaja su entrenador, el argentino Dante Bottini. Su propósito, dice, es prepararse para volver a las canchas una vez que termine su sanción el próximo 15 de noviembre, tras un año que califica como difícil y duro.-Muchos me decían que tratara de hacer otra cosa, que buscara un trabajo o algo, pero lo mío es el tenis. Y desde el minuto uno trabajé en mí. Como no podía jugar, trabajé en mi cabeza, contraté psicólogos para ver diferentes cosas, empecé con un nuevo preparador físico, me puse a trabajar de distintas maneras en mí. Tenía el tiempo que nunca en mi vida había tenido, y lo aproveché. En un principio no se sabía qué iba a pasar, así que me entregué diciendo: "Sea cuál sea la sentencia, es lo que necesito para mejorar, para corregir los errores que hice" -dice Jarry.Durante estos meses, cuenta que tuvo la oportunidad de estar más con su familia, se tomó unas vacaciones de 10 días con ellos en el sur de Chile y pudo compartir con sus amigos. Además, se casó hace poco más de un mes, en una ceremonia civil con sus cercanos.Para mantenerse en forma mientras estuvo en Santiago, hizo preparación física en la casa de sus padres y acudió a algunos amigos que tenían canchas de tenis privadas.En paralelo, rearmaba su equipo en la IMG Academy, donde hoy entrena, a solo 15 días de retomar su carrera. El castigo no solo significó estar once meses fuera del circuito, también tuvo que devolver el dinero que había ganado por jugar en la Copa Davis en Madrid y otros torneos en Australia, además de perder su posición en el ranking ATP: antes de salir estaba en el puesto 78, en agosto cayó entre los 900 y hoy ya no aparece en el ranking .-Cuando supe la sanción, yo ya sabía que significaba que iba partir desde cero, lo cual lo hizo más duro. Fue todo en una sola tragada.A principios de 2020, Nicolás Jarry dice que había comenzado el año con altas expectativas. En 2019 había conseguido su primer título y el mejor ranking de su carrera; luego pasó por una racha de derrotas, pero ahí tomó la decisión de cambiar por primera vez a su entrenador, dejando a su tío Martín Rodríguez por Dante Bottini, quien había llevado al japonés Kei Nishikori a ganar una decena de títulos y ubicarlo como 4º del mundo en 2015.-Estaba muy contento, había empezado una nueva etapa de mi vida. Por primera vez tenía nuevo entrenador, había hecho una buena pretemporada en Estados Unidos, donde tenían otra mentalidad, mucho más profesional. Estaba probando cosas nuevas, ilusionado y con ansias de saber si estaba por un buen camino o no.Sin embargo, el 4 de enero Jarry fue notificado del doping , mientras competía en Australia: la muestra de orina que le tomaron el 19 de noviembre, en medio de la Copa Davis en Madrid, había dado positivo, detectando el estanozolol y ligandrol, que...
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