Japón, una historia sin digerir - 11 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 560432298

Japón, una historia sin digerir

Muchos dormían en Tokio y no sintieron cómo retumbaban los bombarderos estadounidenses B-29. Cuando su padre lo despertó, el barrio donde vivía Katsumoto Saotome -hoy de 83 años- estaba en llamas. Los canales no servían para escapar, porque la parafina gelatinosa de las bombas había convertido el agua en fuego. Una vez que llegaba a ti, dice, se te quemaba la piel "hasta los huesos".

Solo en la noche del 9 al 10 de marzo de 1945, unas 100 mil personas murieron. Con muchos hombres en la guerra, la mayoría eran mujeres, niños y ancianos.

La cifra de víctimas fatales de esa noche fue un poco menos de lo que dejó la bomba atómica en Hiroshima, el 6 de agosto del mismo año, pero mucho más que lo que dejó el ataque nuclear sobre Nagasaki, tres días después. Y el bombardeo no se limitó a la capital. Entre noviembre de 1944 y agosto de 1945, unas 70 ciudades fueron reducidas a ruinas y quizás unas 300 mil personas, en su mayoría civiles, murieron; una campaña mucho más devastadora que cualquiera de las que ocurrieron en Europa.

El bombardeo británico de Dresde un mes antes que el de Tokio, produjo una ola de preocupación en Europa, pero hubo una mínima repulsión hacia los aliados por la matanza de civiles japoneses a una escala sin precedentes. Incluso hoy, esos bombardeos son poco recordados. El aniversario número 70 del ataque a Dresde fue conmemorado en toda Europa. Pero en Tokio no hay un solo museo público para recordar el bombardeo.

Después de la guerra, la capital carecía de los recursos emocionales y financieros apropiados para llorar a sus víctimas, dice Bret Fisk, un novelista que ha escrito sobre los ataques de 1945. Tampoco había voluntad de hablar del tema con EE.UU., el nuevo aliado en la Guerra Fría. Un proyecto de museo se frustró en los 90. Los conservadores dijeron que los planes, incluyendo descripciones de los crímenes de guerra, eran antipatriotas y "masoquistas".

Si el sufrimiento de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR