Japón deja atrás su pasado - 9 de Febrero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 556046982

Japón deja atrás su pasado

La actual Carta Magna de Japón, adoptada a instancias de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, estableció un claro perfil pacifista del país. Tokio no solo renunció al uso de la guerra como mecanismo de resolución de conflictos, sino que también aceptó que sus fuerzas militares mantuvieran un tamaño reducido y sin capacidad para operar más allá de sus fronteras, aunque en términos tecnológicos estén entre las más modernas del mundo.

Desde que Abe llegó al poder, en 2012, ha dado pasos significativos, como reinterpretar el Artículo 9 de la Constitución, lo que desde el año pasado permite a Japón apoyar a un país aliado bajo ataque; la eliminación de las trabas que impedían la venta de armas japonesas a otras naciones, y la reciente aprobación del mayor presupuesto de Defensa de su historia.

Sin embargo, dichos logros todavía impiden que Japón pueda, por ejemplo, llevar adelante una operación militar en el extranjero para rescatar ciudadanos tomados como rehenes.

Hoy Tokio busca tener en sus manos el control real de su propia seguridad, independientemente de la presencia estadounidense en su territorio. Para Japón, China es un país vecino cuya expansión naval representa más que una amenaza potencial. No en vano ambos países mantienen desde hace años una fuerte disputa por un archipiélago que Tokio controla bajo el nombre de Senkaku y que Beijing reclama como Diaoyu.

Asimismo, el cada vez más impredecible régimen de Corea de Norte -cuyo arsenal cuenta con misiles balísticos y al menos diez armas nucleares- también es un peligro ante el cual Japón siente que debe estar preparado.

Por eso Abe no pierde el tiempo, y ya tiene previsto iniciar en 2016, tras las elecciones para la Cámara Alta del Parlamento, el debate que permita a su gobierno introducir las reformas constitucionales con las cuales transformar a Japón en un actor militar con alcance global, dejando atrás los fantasmas de su pasado.

Un paso en falso del Estado IslámicoA la muerte de los dos rehenes japoneses se sumó la ejecución del teniente Maaz al Kassasbech, piloto jordano capturado en diciembre del año pasado por el Estado Islámico (EI), quien fue quemado vivo dentro de una jaula. El horror causado por este acto generó el inmediato repudio de la comunidad internacional, pero especialmente del gobierno jordano. La respuesta no se dejó esperar, y tal como lo había advertido si el EI asesinaba al piloto, se condenó a la horca a dos yihadistas, uno de quienes es Sajida al...

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