Izquierdizarse sin alienar al centro político: el dilema que debe resolver el senador
Pero, paradójicamente -y pese a que la actitud que tomaría el ex Mandatario fue un tema de intensa preocupación en el comando guillierista durante buena parte de la campaña-, la señal dada anoche por Lagos terminó siendo apenas una pieza dentro del complicado y contradictorio puzzle que debe resolver Guillier de cara al 17 de diciembre.
Balance contradictorio
La jornada de ayer entregó un balance contradictorio para el senador Guillier. Por una parte, el hecho de que, inesperadamente, Sebastián Piñera no alcanzara el 40% de los votos despertó esperanzas entre sus partidarios, en cuanto a que la posibilidad de ganar una segunda vuelta es real. Conspira contra ello, sin embargo, la baja adhesión que el propio parlamentario registró: el 22,67% era considerado uno de los peores escenarios dentro de las estimaciones que se manejaban en el comando antes de la elección. Y lo que estaba completamente fuera de cálculo era la altísima votación de Beatriz Sánchez.
Así, el panorama que ahora se le presenta a Guillier está lleno de matices. En teoría, la suma de los votos obtenidos por todas las candidaturas de la izquierda y centroizquierda supera el 50% y le abre una perspectiva interesante a su postulación; la pregunta es si esas cifras son sumables.
En efecto, el Frente Amplio se mostró durante toda la campaña particularmente reticente a comprometer su apoyo a la Nueva Mayoría; anoche, el discurso de su candidata, Beatriz Sánchez, mantuvo la ambigüedad: si por una parte dijo que "Piñera es un retroceso", por otra evitó hacerle un gesto a Guillier y se limitó a anticipar que el nuevo bloque iniciará "una conversación" para definir lo que viene. Entre los dirigentes frenteamplistas la constatación de su nueva fuerza alienta la idea de efectivamente hacerla valer. Ello -estiman algunos- pasa por jugar un rol en la segunda vuelta y negociar alguna forma de apoyo a Guillier. Y, con el peso alcanzado, el "precio" -concesiones programáticas a las posturas del FA- puede ser alto.
Pero incluso sin una negociación ni apoyos formales, el electorado de Sánchez pasó a ser vital para el senador: sin una parte sustantiva de esos votos, sus opciones en el balotaje se minimizan. Así, de un modo u otro, abundan los "incentivos" para que el discurso del candidato de La Fuerza de la Mayoría se izquierdice, en una apuesta por polarizar la campaña frente a Piñera.
El detalle es que, siendo necesarios, los votos de Sánchez no le garantizan una victoria, ni siquiera si se...
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