Fernando Iwasaki: escribir ciudades, cocinar cuentos - 15 de Abril de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 431497082

Fernando Iwasaki: escribir ciudades, cocinar cuentos

Por otra parte, hay una reciente edición que reúne sus dos primeros libros de cuentos. Son los escritos entre 1983 y 1993, a cuyo conjunto lo titula "Papel carbón", porque solo mantiene esas copias (acá diríamos papel "calco"). Los computadores acabaron con esa práctica, pero incluso en ellos queda su impronta, según informa Iwasaki en el prólogo, en el "CC" de los correos electrónicos, que no significa "Con copia", sino "Carbon Copy".

-¿De verdad de sus primeros cuentos solo quedaron las copias de carbón?

"Tengo una edad venerable y cuando escribí mis primeros cuentos no existían las computadoras personales. Los escribí de mi puño y tecla y las editoriales se quedaron con los originales, dejándome a mí las copias".

-De pedirle una breve "poética" del cuento, ¿qué diría?

"Si la novela fuera una morgue poblada de forenses, oficinistas, embalsamadores y frigoríficos ocupados, el cuento sería un muerto para mí solito. Un cuerpo abierto en canal para pintar cristos renacentistas o para embotellar sus vísceras como los faraones egipcios; un difunto disponible para los experimentos de Frankenstein o las guarradas de los íncubos; carne fresca para los placeres de la necrofilia o el canibalismo. Un cadáver exquisito. Eso sería el cuento".

-¿Es Sevilla una ciudad eminentemente literaria?

"Sevilla -como Venecia- es una ciudad privilegiada por la música, la historia y la literatura, pero jamás ha rentabilizado ese patrimonio. Solo con Bécquer, Machado y Cernuda; con y#39;Carmeny#39;, y#39;Fígaroy#39; y y#39;Don Juany#39;; con y#39;El Quijotey#39;, el Archivo de Indias y su solera taurina y flamenca, Sevilla no tiene más remedio que...

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