Iván Mlynarz, el hombre de ME-O que intentó paralizar a Anglo American
En ese entonces, Mlynarz ya daba muestras de un carácter duro y hasta explosivo que, 16 años después, volvió a hacer noticia. Pero ya no en la trinchera estudiantil ni tampoco en la política, sino como dirigente sindical de los profesionales de Anglo American.
Fue a las cinco de la mañana del pasado 28 de noviembre, en el sector Las Puertas de Lo Barnechea, cuando se reunieron 50 autos de miembros del sindicato. Desde allí partió la caravana hasta el acceso a la mina Los Bronces. Avanzando a 10 km/hora y siempre escoltados por carabineros, tardaron cinco horas en llegar.
Fue el momento cúlmine de su debut como sindicalista: liderando el primer intento de huelga de supervisores en la minería privada del cobre.
Turbulento paso por el PC
Aunque el geólogo partió militando en las Juventudes Comunistas cuando tenía 20 años, su domicilio político actual es otro. Fue uno de los fundadores del PRO en 2009, y hoy -aunque no tiene cargo en la orgánica partidaria- es reconocido como uno de los hombres más cercanos a la presidenta del partido, Patricia Morales, y a Marco Enríquez-Ominami, a quien conoció en 2004 en un programa de radio en que ambos eran panelistas.
Padre de dos hijos, fue vicepresidente y luego presidente de la FECh en dos períodos -1999 y 2001- representando a las JJ.CC. Al interior del Partido Comunista era considerado disidente, por las discrepancias y críticas que realizó a la entonces secretaria general, Gladys Marín. Luego, en 2003, lo expulsaron del comité central por no seguir la línea del partido, al unirse a Jorge Pavez, entonces presidente del Colegio de Profesores, en el movimiento Fuerza Social. Tres años después, fue uno de los fundadores de otro movimiento, Nueva Izquierda (NI).
En 2008, como parte de NI, enfrentó su primera elección municipal, al postularse a la alcaldía de Conchalí en la lista del pacto Juntos Podemos, en alianza con su antiguo partido, el PC. Obtuvo el 15% de los votos.
Luego, ya en las filas del PRO, compitió en La Florida, en las municipales de 2012: alcanzó casi un 8%. En ambos casos, lo apuntaron como el responsable de permitir la elección de candidatos de la Alianza, en desmedro de la Concertación. Y las dos veces compitió mientras trabajaba en yacimientos, destinando los fines de semana a hacer campaña.
Pero probablemente esas no serán sus últimas experiencias electorales: el PRO evalúa llevarlo nuevamente en las municipales de 2016, ya sea en Ñuñoa o en Providencia.
Sueldos entre uno y cuatro...
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