Isidoro Quiroga enfrenta, desde Chile, nueva etapa en batalla legal con grupo chino Joyvio
| Fecha de publicación | 17 Marzo 2024 |
La fecha exacta genera ciertas divergencias. Algunos la sitúan a fines de noviembre; otros, derechamente en diciembre. Lo cierto es que Isidoro Quiroga Moreno lleva varios meses en Chile, tras haberse radicado -con su familia- en Londres a mediados de 2021. Si bien el empresario no ha cambiado de residencia de manera oficial, sí está viviendo nuevamente en Santiago. Conocedores dicen que no se acostumbró al estilo de vida inglés, que no le acomodaba. Otras fuentes agregan que nunca cortó lazos con Chile, y que incluso tiene un hijo que hasta el año pasado estudiaba en el colegio y que ahora entra a la universidad.
Desde su vuelta, Quiroga retomó su rutina y lo han visto en cónclaves empresariales e incluso paseando por malls del sector oriente. Su hijo Benjamín también habría regresado desde Londres.
Su retorno coincide con una etapa clave en la batalla judicial que desde el año pasado lo tiene enfrentado con la china Joyvio -a través de su filial Joyvio Food-, que forma parte de Legend Holdings, también dueño de la gigante tecnológica Lenovo. A la firma asiática Quiroga le vendió la salmonera Australis Seafoods, a fines de julio de 2019, en US$ 921 millones.
Aunque la disputa legal se activó silenciosamente a inicios de 2023, el conflicto estalló públicamente en marzo del año pasado. La compañía china acusó a Quiroga de ocultar información en el proceso de due diligence respecto al cumplimiento ambiental de la salmonera, que luego enfrentó procedimientos sancionatorios y formulaciones de cargos por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), por infracciones relacionadas con sobreproducción. La defensa de Quiroga asegura que no hubo engaño ni ocultamiento, que toda la información de producción siempre estuvo detallada en el due diligence y que, posterior a la venta, cambió el criterio de fiscalización por parte de la SMA.
El conflicto detonó un arbitraje internacional entre las partes -en el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CAM)-, a través del cual los inversionistas chinos, en una demanda que consta de más de 300 páginas, piden dejar sin efecto la operación de compra de Australis y que se les restituyan los US$ 921 millones pagados en la transacción, además de otros US$ 300 millones por daños y perjuicios.
En caso de que el tribunal arbitral rechace la petición, los chinos hicieron un segundo requerimiento, que igualmente supone una compensación. Como consideran que pagaron un precio mucho más alto por la...
Desde su vuelta, Quiroga retomó su rutina y lo han visto en cónclaves empresariales e incluso paseando por malls del sector oriente. Su hijo Benjamín también habría regresado desde Londres.
Su retorno coincide con una etapa clave en la batalla judicial que desde el año pasado lo tiene enfrentado con la china Joyvio -a través de su filial Joyvio Food-, que forma parte de Legend Holdings, también dueño de la gigante tecnológica Lenovo. A la firma asiática Quiroga le vendió la salmonera Australis Seafoods, a fines de julio de 2019, en US$ 921 millones.
Aunque la disputa legal se activó silenciosamente a inicios de 2023, el conflicto estalló públicamente en marzo del año pasado. La compañía china acusó a Quiroga de ocultar información en el proceso de due diligence respecto al cumplimiento ambiental de la salmonera, que luego enfrentó procedimientos sancionatorios y formulaciones de cargos por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), por infracciones relacionadas con sobreproducción. La defensa de Quiroga asegura que no hubo engaño ni ocultamiento, que toda la información de producción siempre estuvo detallada en el due diligence y que, posterior a la venta, cambió el criterio de fiscalización por parte de la SMA.
El conflicto detonó un arbitraje internacional entre las partes -en el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CAM)-, a través del cual los inversionistas chinos, en una demanda que consta de más de 300 páginas, piden dejar sin efecto la operación de compra de Australis y que se les restituyan los US$ 921 millones pagados en la transacción, además de otros US$ 300 millones por daños y perjuicios.
En caso de que el tribunal arbitral rechace la petición, los chinos hicieron un segundo requerimiento, que igualmente supone una compensación. Como consideran que pagaron un precio mucho más alto por la...
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