Isabel Allende novela una vida y un siglo entre dos pandemias
Pocos días antes de que el covid-19 llegara a Estados Unidos, Isabel Allende (Lima, 1942) ya había tomado una decisión. Acompañada de su nuera, Lori, volvía entonces a su casa en Sausalito, California, después de recorrer varios países de Europa; 23 ciudades de Estados Unidos, y finalmente, Inglaterra. "Veníamos tan enfermas las dos, con fiebre, tosiendo, con pulmonía, que en el aeropuerto nos juramos que nunca más íbamos a hacer una gira de libros; que yo ya no estaba para eso", recuerda. "Dos semanas después se declaró la pandemia; creo que yo traje el virus a este país", añade con ese humor que le permite alivianar los momentos más críticos. "Pero ahora -cuenta- ya empiezan a pedirme que vaya a conferencias, que me llevan en avión privado". Y ella se mantiene firme. "No, no quiero hacer nada. No por el covid, sino porque me da lata subirme a un avión y hacer la gira y pensar en la ropa y la pasta de dientes y la estupidez", declara.Por eso -y también porque persiste el virus, claro-, ante el próximo lanzamiento -este martes- de su novela "Violeta" (Sudamericana), Isabel Allende está dando entrevistas para todo el mundo desde su casa. "El libro se publica en nueve idiomas simultáneamente, entonces estoy haciendo la promoción para toda Europa, toda América Latina y también en inglés, que eso es Australia, Nueva Zelandia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Todo desde aquí, desde la buhardilla. !Fantástico¡ Van a venir dos o tres equipos de televisión, pero el resto es por Zoom", explica, radiante.Una vida posible"Violeta" es el segundo libro que publica en pandemia. Y si en "Mujeres del alma mía" quiso hablar de las demandas y luchas feministas a través de un ensayo, ahora recurre a la ficción para encarnar esas reivindicaciones en una mujer en particular. Violeta nace durante una noche de tormenta en 1920, en un país que no se nombra, pero que se parece mucho a Chile y donde la llamada "gripe española" ya ha cobrado numerosas víctimas. Entre ellas, la comadrona que debería encargarse del parto; la tarea, entonces, es asumida por Pilar y Pía, quienes antes ya han ayudado a su hermana, María Gracia, a traer al mundo y criar a otros cinco hijos de su matrimonio con Arsenio del Valle. Más adelante, el carácter caprichoso de la niña deberá ser moldeado por una institutriz traída de Inglaterra, que no se apartará nunca de su vida.La novela, que recorre todo el siglo XX y culmina en 2020, está narrada como una larga carta a Camilo del Valle, personaje inspirado nada menos que en el sacerdote Felipe Berríos, a quien, además, Isabel Allende le dedica el libro, así como a su hijo, Nicolás, y a su nuera, Lori.Rodeada por las fotografías -y presencias- de sus seres más queridos, Isabel Allende suele dejarlos entrar en sus libros, a veces como personajes, o tomando de ellos algunas frases o rasgos. Quien se presentó ahora, pero de una manera muy particular, fue su madre, Francisca Llona, fallecida en septiembre de 2018. "Se murió poco antes de la pandemia y...
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