Esa irreparable oscuridad: el ser humano y los eclipses - 30 de Junio de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 796395361
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Esa irreparable oscuridad: el ser humano y los eclipses

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Vincent

En pleno día, durante la batalla que enfrentaba a medos y lidios, en la antigua Grecia, ocurrió un eclipse de Sol. Los guerreros se asustaron, vieron en la oscuridad una advertencia divina y huyeron. Más de mil años después, en 1504, el conquistador Cristóbal Colón estaba en lo que hoy llamamos Jamaica y tenía en su poder un calendario que anunciaba un eclipse lunar para el 29 de febrero de ese año; con esa información asustó a los lugareños y los sometió.Las dos historias las recuerda el astrónomo chileno Mario Hamuy, premio nacional de Ciencias Exactas, en su libro "El sol negro" (Debate); ambas dan cuenta de la significativa relación que los seres humanos hemos tenido con los eclipses desde la Antigüedad; y que aún tenemos en nuestro presente de ciencia y turismo, cuyo hito más próximo es el eclipse total de Sol que ocurrirá pasado mañana en la Región de Coquimbo.Un sacrificioOtro europeo que se quiso pasar de listo con los nativos americanos fue fray Bartolomé Arrazola, en Guatemala. A punto de ser sacrificado, recordó que ese día habría un eclipse total de Sol y les dijo a sus captores que si no lo liberaban haría que el astro se oscureciera. "Dos horas después -relata el escritor Augusto Monterroso en su cuento "El eclipse"- el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba (...) una por una, la infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto".La historia de Monterroso es una ficción, pero el dominio astronómico de los mayas es cierto. Como dice Hamuy, al pensar en la historia de la astronomía, y en particular en los eclipses, lo normal es remontarse a Babilonia, la Grecia antigua y la Europa moderna; sin embargo, los pueblos precolombinos también tuvieron "sus cosmologías e interpretaciones de los eclipses". "El Códice Dresde -cuenta Hamuy- muestra que los mayas eran capaces de predecir cuándo ocurriría un eclipse solar, incluso si este no se iba a producir en un territorio en el que ellos pudieran presenciarlo".Sin la fatalidad ni el humor negro de Monterroso, Gabriel García Márquez también escribió un cuento sobre el tema. En "La noche del eclipse", Ana Magdalena Bach, una mujer casada, alojada sola en un hotel, flirtea con un joven en una noche de eclipse lunar o tal vez solar; él la invita a la playa a contemplar el fenómeno: "La noticia era...

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