Irán vuelve al mundo menos dependiente del petróleo y con una bolsa y consumo crecientes
Hasta hace dos años, Irán parecía haberse movido a contracorriente de los hechos: crecía pese a operar con grandes dificultades. Su etapa republicana comenzó en 1979 tras una revolución que convirtió al país en estado islámico. En los 80 enfrentó una desgastante guerra con su vecino Irak, cuyo líder, Saddam Hussein, era en ese entonces apoyado por Estados Unidos. A inicios de los 90, un gobierno reformista impulsó las primeras medidas para liberar áreas de la economía. A mediados de esa década, no obstante, Washington le impuso las primeras sanciones, que consistían en una prohibición a las empresas estadounidenses de negociar con el gobierno iraní. La medida respondió al apoyo de Teherán a grupos terroristas del Medio Oriente y a indicios de que exploraba un programa nuclear. En los años siguientes el país recibió más sanciones, esta vez directamente motivadas por su plan de enriquecimiento de uranio. Ese mineral puede usarse en la fabricación de bombas atómicas.
Menor petrodependencia
Cada nueva sanción añadía más restricciones para comerciar con el Estado y con empresas de origen persa. De a poco, Irán se fue aislando comercialmente. Pese a la serie de impedimentos, se las arregló para crecer a un 3,2% promedio anual desde el inicio de la revolución islámica (promedió una expansión de 4,6% entre 1995 y 2011). El PIB per cápita, medido a paridad de poder adquisitivo, llega a los US$ 17.140, cuatro veces el de hace 35 años.
En parte debido a que ahora contaba con menos clientes, la producción de petróleo se estancó, pese que allí están los mayores depósitos del hidrocarburo del Medio Oriente, después de Arabia Saudita. Como consecuencia, la importancia del petróleo para el PIB iraní fue decayendo en forma proporcional. Si en 1979, justo el año de la revolución, los ingresos por petróleo representaron el 41% del PIB, en los últimos años ha tenido un techo del 30%. Por otra parte, las reservas de gas natural en Irán son las mayores del mundo, después de Rusia.
Recesión y salida
Tal vez gracias a su relativo aislamiento, el país estuvo entre los pocos que escaparon a la gran recesión global de 2008. Pero la realidad que acechó a Irán ya lo alcanzó. En 2012, junto con todas las medidas en su contra ya acumuladas, la Unión Europea dejó de comprarle petróleo y todos los bancos iraníes fueron desconectados de la principal red global de transacciones (Swift). Con activos por más de US$ 100 mil millones en el exterior congelados y sin conexión...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba