Un IPoM desolador - 4 de Abril de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 842612178

Un IPoM desolador

En su IPoM, la autoridad monetaria aplicó una fuerte reducción a su proyección de crecimiento para este año, ubicándola en el rango entre -1,5% y -2,5%, que se compara con el 0,5%-1,5% estimado en diciembre. El ajuste se fundamenta en el impacto de la crisis global a través de distintos canales. Primero, una brusca caída en los flujos de comercio y en el precio del cobre (se proyecta un valor de US$ 2,15 la libra para 2020), solo parcialmente compensado por una reducción en el del petróleo. Segundo, el deterioro de las condiciones financieras, que limitan el acceso a recursos. El Banco Central ha tomado medidas para aliviar estas circunstancias, pero aún se desconoce la profundidad del impacto de la crisis sobre el sistema financiero mundial. Tercero, el fuerte deterioro de las expectativas empresariales y de consumidores, ya afectadas desde octubre por los altos niveles de incertidumbre. Y, por supuesto, el implacable efecto del distanciamiento social sobre la actividad económica que, como en todo el mundo, amplificará el desempleo, llevará a cero los flujos de las empresas y amenazará con aumentar la pobreza.Así, al exiguo desempeño que mostró la actividad doméstica en enero (1,5%) y febrero (2,7%) seguiría una aguda contracción, que partió la segunda quincena de marzo y se extendería hasta fines de junio.2021: Moderado optimismoA continuación, el escenario base del instituto emisor contempla que, a partir del segundo semestre, Chile empezaría a retirar progresivamente sus restricciones sanitarias, gatillándose una importante activación durante el último trimestre de 2020 y todo 2021 -el pronóstico para ese año se elevó de 2,5%-3,5% a 3,75%-4,75%, mientras que en 2022 el crecimiento oscilaría entre 3 y 4%-. Ello es congruente con lo que se espera para nuestros principales socios comerciales, China y Estados Unidos, cuyos PIB variarían 7% y 3,5% en 2021, luego de hacerlo en 3% y -1,9% en 2020, respectivamente.Lo previsto para el caso chileno, no obstante, asume dos supuestos: una evolución local de la enfermedad similar a la del mundo desarrollado (con mejores sistemas de salud y mayores recursos) y que la disminución de las medidas de aislamiento no se traducirá en un resurgimiento de la violencia. Por ello, la estimación sobre la prolongación del brote no es el único factor por el cual el repunte proyectado debe interpretarse con cautela: Chile no solo enfrenta su mayor crisis en décadas, sino que lo hace acarreando niveles de...

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