Introducción psicológica a los estudios jurídicos y sociales
| Autor | Giuseppe Carle |
| Cargo del Autor | Profesor de la Universidad de Turín (Italia) |
| Páginas | 15-27 |
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La vida deL derecho en sus reLaciones con La vida sociaL
introducciÓn psicolÓGica
a los estudios Jurídicos Y sociales
Il mondo delle gentili nazioni e stato pur
certamente fatto dagli uomini.
Vico, 1.ª Scienza nuova, lib. I., cap. XI.
1. Individuo y sociedad.—2. Función que cumple el derecho en la sociedad
humana.—3. Sumaria noción del hombre histórico y social.—4. Análisis de
las facultades constitutivas del hombro y síntesis de la vida individual.—5.
Breve síntesis de la vida colectiva y social.—6. Acción y reacción entre la
vida individual y la social.—7. La vida del derecho en, el individuo.—8. La
vida del derecho en la sociedad humana.—9. Bosquejo de las leyes generales
que gobiernan la vida del derecho.—10. Misión de la losofía del derecho.
I
Dos términos se encuentran siempre frente a frente en el estudio de las cosas
sociales y humanas: el individuo y la sociedad.
Estos términos pueden en ocasiones tratar de absorberse, de contraponerse otras,
el uno al otro, como antitéticos, o de entrelazarse en la propia acción y reacción au-
xiliándose mutuamente; pero en la esencia siempre se acompañan, concluyendo por
seguir la misma suerte y vicisitudes.
Los cientícos naturalistas han penetrado mucho en sus investigaciones sobre el
origen del hombre, reconociendo, sin embargo, que doquiera se encuentren vestigios
del hombre primitivo, se descubren también rastros de una primitiva convivencia, por
grosera y salvaje que sea. Lo mismo puede decirse respecto de los investigadores de
los hechos históricos, los cuales, por mucho que hayan ensanchado los connes de la
historia, siempre se encuentran frente a hechos de hombres incorporados o agrupados
en esta o en la otra forma de convivencia social. Por lo cual los lósofos, hoy más que
nunca, han debido persuadirse de que la razón, con sus atrevidas especulaciones, no
se basta para el estudio de la sociedad si no toma como punto de partida al individuo,
ni puede comprender al individuo en su integridad sin tener en cuenta la sociedad
en que vive.
El individuo y la sociedad, la personalidad individual y el ente colectivo, parece,
en el actual estado de las investigaciones, que se reejan, reverberando el uno sobre el
otro; de modo que mientras la sociedad encuentra en el individuo su elemento primordial,
el individuo, a su vez, encuentra en la sociedad el propio desarrollo y complemento. Así
como no hay elemento ni órgano alguno de vida social que no tenga correspondencia
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