Introducción
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INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LA VI DA ECONÓMICA
INTRODUCCIÓN
INTERVENCIÓN DEL ESTADO
Ha sido de tal índole la transformación de los pr incipales sistemas económi-
cos, a partir de la guerra, que se hi zo imposible definirlos y, sobre todo, reducirlos
a los esquemas clásicos de capitalismo o colectivismo.
¿Dónde encontrar hoy el régimen capitalista en toda su pureza , entendiendo
por tal la organización de la economía basada en la propiedad privada, en la pro-
ducción para el mercado, en un régimen de selección y competencia libres, con la
finalidad de obtener una ganancia? Bien es verdad que ni aun en la época de apogeo
del capita lismo se ha visto reali zado enteramen te el ideal de la libertad y de l
individualismo, tanto en las relaciones exteriores, don de el laisser passer fue siem-
pre atenuado, con mayor o menor rigor, por el proteccionismo, como en las rela-
ciones interiores, en las que la política monetaria, fiscal y social del Estado entorpe-
cieron desde los primeros momentos la libre y absoluta disposición de los instru-
mentos de producción y de los productos del cambio. Además, el individualismo
experimentó muy pronto el inf lujo moderador de las concepciones colectivas del
sindicalismo y de las agrupaciones económi cas en el sector privado, y del protec-
cionismo comercial, la empresa de Estado y la percepción de determinados impues-
tos en el sector público. De todo esto resulta que es inconcebible el capitalismo sin
un mínimo de inte rvención, que será el ob jeto de la primera parte de nu estro
estudio, en tanto se refiera a las funciones tradicionales del Estado.
Por otra parte, el socialismo integral apenas si ha sobrepasado la etapa de un
principio de ejecución, sobre todo si lo consideramos en su aspecto más avanzado,
como es el comunismo. Este no solo aspira a la comunidad de los instrumentos de
producción, sino también a la de los bienes de consumo, susceptibles de distribuirse
de acuerdo con el criterio de las necesidades. La U. R. S. S. no ha logrado abolir la
economía de cambio; ha conservado el salario, cuya creciente diferenciación con
arreglo al esfuerz o ha dado origen a pretensiones desiguales de los obreros en el
mercado, pese a la igualdad, por l o demás puramente teórica, de las necesidades. El
retorno al comunismo en el consumo ha comenzado a implantarse únicamente en
la a gricultura rusa; pero con numerosas excepciones.
¿Es por ventura la segunda modalidad del socialismo la que se ha reali zado
en la Rusia s oviética? El colectivismo que respeta la libre dis posición por lo que
concierne a los bienes de consumo, se limita a socializar los instrumentos de pro-
ducción (o capitales productivos), como son la tierra, las minas, los ferrocarriles, la
energía eléctrica y su distri bución, la industria de transformación, los esta bleci-
mientos de crédito, los seguros, etc. La U. R. S. S. ha a plicado este programa, casi en
su integridad , en el sector minero, en el industrial y en el bancario, pero sin alcan-
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