Integración energética: difícil y riesgosa - 6 de Diciembre de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 336729678

Integración energética: difícil y riesgosa

De tiempo en tiempo surgen entusiastas impulsos a la integración energética de gas natural y electricidad en América Latina. Acuciados por los altos precios, por excedentes y faltantes de energía y por la necesidad de buscar catalizadores de la frustrante integración latinoamericana, presidentes, cancilleres y ministros de Energía suelen crear altas e ilusorias expectativas de próximas interconexiones energéticas en la región. Antes fue la Carretera Bolivariana y el Gasoducto Trasandino. Ahora se intenta la Carretera Eléctrica Andina, desde Colombia a Chile. Chávez fue el campeón de fracasados proyectos similares, y los chilenos fuimos víctimas del frustrado intento de la interconexión gasífera y eléctrica con Argentina. Esa experiencia provocó millonarias pérdidas de inversiones actualmente abandonadas y, por varios años, también postergaciones del desarrollo hidroeléctrico nacional, máxima inseguridad en el abastecimiento, encarecimiento de generación eléctrica por la abrupta sustitución del gas por diésel y tensiones y desconfianzas en las relaciones bilaterales.

Nadie discute que la integración energética es técnicamente factible y, menos, que hay oportunidades desaprovechadas y ventajas en momentos críticos. El problema es la dimensión política de estos acuerdos, en una región que carece de un sistema de seguro para el riesgo político de las inversiones -como el OPIC norteamericano o el Hermes y el Coface europeos- y donde los mecanismos para la solución pacífica de los conflictos comerciales entre estados son inexistentes, simplemente no se respetan o no hay voluntad política para conminar su exigibilidad. La situación chilena es aún más vulnerable, por tratarse de un país que no tiene producción significativa de gas natural y, como ningún otro, no ofrece ni se prevén excedentes de electricidad que le permitan un poder de negociación ante eventuales desencuentros.

Por variadas razones, la integración energética latinoamericana sólo funciona en la práctica de manera permanente y considerable en interconexiones eléctricas provenientes de centrales binacionales...

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