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Instrumentalización de "la calle"

Fecha de publicación28 Marzo 2024
Las declaraciones del senador Daniel Núñez (PC) -quien aseveró, a propósito de la reciente elección de la mesa del Senado, que "el Gobierno tiene que convocar a la presión de la ciudadanía para sacar adelante las reformas, porque hoy día en el Senado tenemos un escenario de quiebre brutal"- ilustran la peculiar manera en que el parlamentario, su partido y ciertos sectores del Frente Amplio entienden cómo la democracia debe operar. Para ellos, si no tienen mayoría en el Congreso para lograr que se aprueben las reformas que promueven, se debe entonces recurrir a la "presión ciudadana", eufemismo con el que se refieren a grupos organizados por sus partidos, o bien, por movimientos sociales con conexiones cercanas a aquellos. Pretenden así que esas manifestaciones, políticamente motivadas, generen la falsa sensación de que eso es lo que quiere "la gente" en supuesta contraposición con quienes la ciudadanía ha elegido como sus representantes mediante el voto universal. Pero no se trata solo de transmitir una imagen: a menudo, estas movilizaciones apuntan a generar una alteración en el funcionamiento de las actividades del país y por esta vía presionar a la autoridad para imponer sus planteamientos. Una versión extrema de esto fueron los violentos acontecimientos desatados a partir de octubre de 2019, cuando la oposición de la época -el actual oficialismo- proclamaba que "las y los ciudadanos movilizados... han establecido, por la vía de los hechos, un proceso constituyente en todo el país".
Esta forma de actuar ha sido una constante por parte de un sector de la izquierda. Antes, voceros del PC dijeron que gobernarían "con un pie en La Moneda y el otro en la calle", que para que la Convención Constitucional redactara la Constitución que ellos pretendían había que "rodearla", y que la revuelta del 18 de octubre y lo que la "primera línea" reclamaba eran representativos de lo que el país quería. Sin embargo, la propuesta de la Convención fue rechazada categóricamente por un 62% de la población, y la gran marcha del 25 de octubre de 2019 fue seguida a la semana siguiente por una en que solo participó el 8% de los manifestantes de aquella, y de ahí en adelante las...

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