Los insólitos inicios de Godín, el patrón de la zaga charrúa que encarará al veloz Mbappé
Veintisiete dólares fue el insólito precio en que se "tasó" al uruguayo Diego Godín durante su primer traspaso de club: fue en 2003, cuando cambió la camiseta de Defensor Sporting por el modesto Club Atlético Cerro. Quince años después de ese episodio, el zaguero central, cuyo pase actualmente está valorado en US$ 40 millones, se prepara para liderar hoy a su selección ante la Francia del sorprendente Kylian Mbappé, por los cuartos de final de la Copa del Mundo.
"Si bien pareciera que el atacante galo cuenta con ventaja para superar con su velocidad a Godín, el 'charrúa' posee tanta experiencia que sabrá leer los tiempos para detener los avances de Mbappé. Los años no pasan en vano en el fútbol", comenta Richard Morales, ex atacante de la Celeste.
Consagrado como "patrón" indiscutido de la zaga uruguaya, el camino del "Faraón" hasta el tercer Mundial consecutivo de su carrera -hoy portando la jineta de capitán- tuvo increíbles episodios: el fútbol, de hecho, no fue siempre su deporte favorito, y cuando optó por la pelota tampoco partió como zaguero
Godín siempre fue un deportista empedernido. En su época de estudiante destacó, además del balompié, en atletismo y natación. Sin embargo, con 15 años decidió dedicarse de lleno al fútbol. En Defensor Sporting jugó como enganche y volante, disputando la Quinta División. Empero, la negativa del club a seguir contando con sus servicios casi lo llevó a dejar la actividad. "Me volví a mi ciudad y no sabía qué hacer. Estaba totalmente desmotivado" ha dicho el jugador del Atlético de Madrid.
Luego se probó en Cerro. "Yo le dije a Diego que el club no pagaba viáticos, que a veces entrenábamos en la ruta y que no daban ropa. Le aseguré que las puertas estaban abiertas, pero mis equipos no jugaban con enganche, así que le pedí que me dijera si podía jugar en otra posición", contó William Lemus, quien actuaba como DT de las inferiores del club montevideano.
Las expulsiones y lesiones de los compañeros de Godín lo "obligaron" a ir bajando cada vez más de posición. Hasta que se afirmó como defensa central.
Gerardo Pelusso, entonces DT del primer plantel de Cerro lo hizo debutar en Primera División. "Puedo asegurar que Diego Godín es bastante más rústico de lo que era cuando comenzó a jugar. Era un exquisito del fútbol: tuvimos que pulirle algunas cosas porque dentro del área él salía pisando el balón y jugando desde el lado del arco", reveló el DT en 2016.
Tras dejar Cerro, el ascenso del ahora bastión...
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