Inmigrantes con permanencia definitiva suman casi 600 mil y son el 54% del total
La colombiana Mónica Suárez viajó desde su natal Vélez a Chile en junio de 2010. Su primer destino fue Temuco, pero dos años después se trasladó a Talca, siguiendo a su entonces esposo, un chileno que conoció en Brasil. Obtener su permiso de permanencia definitiva en el país no fue un proceso corto ni fácil. Luego de dos extensiones de su visa temporal logró la residencia en abril de 2012.
"Fue un proceso largo y algo engorroso. Llegué a Chile por mi pareja y por la oportunidad para hacer una práctica profesional", recuerda. Cuando realizó los trámites en la embajada chilena en Colombia le dieron una visa de residencia temporal, atendiendo al vínculo afectivo con su pareja. La primera extensión la pidió bajo la misma figura, pero cuando lo hizo por segunda vez se la negaron, pues no estaban casados. Al final lo hicieron "para poder quedarme en el país", reconoce. El matrimonio duró nueve años, pero al separarse decidió quedarse en El Maule.
Cuando llegó a Chile el país no vivía la ola migratoria que hoy enfrenta, pero para ella el proceso de obtención de visa sigue siendo igualmente engorroso pese a la mayor demanda.
Como ella, 599.781 extranjeros -del total de 1.114.237 inmigrantes que el Gobierno cifró la semana pasada- ya obtuvieron su permiso de residencia definitiva. Un 53,8% que, a diferencia de quienes recién llegan a Chile, no dependen del Estado y están integrados productivamente al país, según las estadísticas del Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior.
A diferencia de las olas migratorias actuales, como la venezolana y la haitiana, la mayoría de los beneficiarios provienen de países con flujos migratorios más antiguos: el 35% fue obtenido por peruanos, el 15% por colombianos y el 13% por bolivianos (ver infografía).
En Extranjería afirman que la radiografía nacional de inmigrantes con residencia definitiva es estadísticamente importante, pues se trata de extranjeros asentados, autosustentables en materia previsional y tributaria e insertados laboralmente. Este permiso se obtiene tras dos años de residencia sujeta a contrato de trabajo y al menos 12 cotizaciones previsionales y de salud.
En términos de políticas públicas regionales, esta información es relevante -dicen en la entidad- porque se trata de población extranjera que probablemente no se va a mover, a diferencia de los que detentan visas de carácter temporal. Además, esta migración no representa un gasto para el Fisco, pues es fuerza laboral activa...
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