'Inhabilidad parental' por pobreza,la antesala para la adopción
Es 13 de octubre de 2010. Una patrulla de Carabineros llegó a la casa de Vanessa Olivares en Ancud con la orden de llevarse a sus tres hijas -de 2, 5 y 7 años-. Traían una orden del Tribunal de Familia de Ancud, que la acusaba de negligencia materna. La causa se había iniciado el año anterior tras una denuncia de descuido materno realizada por una asistente social y una nutricionista del consultorio cercano a la casa de Vanessa. En 2012 las niñas -que estaban internadas en un centro del Sename en Llanquihue- fueron declaradas susceptibles de adopción. Los informes del Sename aseguraban que Vanessa no tenía un baño en su casa, que sus hijas tenían pediculosis y enfermedades respiratorias, y que Vanessa tenía conductas agresivas. La madre alegó discriminación por sus condiciones materiales y con la ayuda de la alcaldesa de Ancud logró revocar la susceptibilidad de adopción, pero desde hace tres años no puede ver a sus hijas.
Paulina Brito (40) perdió a la primera de sus tres hijas luego de que el Tribunal de Menores de Rancagua decretara su susceptibilidad de adopción. Su segunda niña nació prematura y el Sename también pidió su custodia para hacerse cargo de su delicado estado de salud. Su demanda se basó en la precariedad de la vivienda: una construcción de cartón que a juicio de la institución ponía en riesgo su salud. Más tarde, su tercera hija también fue ingresada a un hogar, por una acusación de violencia intrafamiliar. La pequeña estuvo institucionalizada durante cinco años y luego fue adoptada por un matrimonio extranjero.
Para Ricardo Rincón, diputado de la Sexta Región, el caso de Paulina Brito es emblemático. Lo conoce bien. Dice que refleja una de las principales falencias de las actuales políticas de protección a los niños chilenos y de la Ley de Adopción: la importancia que tiene la condición socioeconómica de los padres y la familia de un niño a la hora de iniciar su institucionalización y luego declarar la susceptibilidad de adopción. Precisamente esta fue una de las temáticas que incorpora el nuevo proyecto para reformar la Ley de Adopción, que presentó el martes 10 de marzo al Presidente de la Corte Suprema.
-Expresamente este proyecto de ley dice que no puede ser la condición económica o material, entiéndase pobreza, lo que determine una solución judicial de extrañamiento de los niños de su familia, de privación del cuidado parental de la familia originaria o incluso de la familia extendida -comenta Ricardo Rincón, quien fue uno de los integrantes de la Comisión Investigadora del Sename, que durante seis meses analizó las irregularidades de este servicio y que en abril de 2014 publicó un informe lapidario. El texto, además de denunciar abusos al interior de los hogares de menores, también reportó problemas relacionados con la discriminación a sectores vulnerables de la población dentro de las políticas de la institución.
"Susceptible de adopción"
El artículo 12 de la ley 19.620 establece que para declarar la susceptibilidad de adopción de un menor, deben ocurrir algunas de estas situaciones: que los padres o las personas a quienes se haya confiado su cuidado se encuentren inhabilitados física o moralmente; que no le proporcionen atención personal o económica al menor; o lo entreguen a una institución pública o privada de protección de menores o a un tercero con ánimo manifiesto de liberarse de sus obligaciones legales.
Según el Sename: "Cuando los niños ingresan por orden judicial, se hace un diagnóstico de su situación y se solicita al tribunal la identificación de los familiares, con el objetivo de encontrar un pariente idóneo a través de evaluaciones psicosociales. De no mostrar los familiares interés o capacidad para asumir directamente los cuidados del niño, se procede a realizar los trámites para la susceptibilidad de adopción".
El Sename declinó referirse a casos particulares como el de Yohana Oyarce o el de Vanessa Olivares. Se amparó en el principio de reserva de información en la que se incluyen los procesos relativos a la Ley de Adopción. Sin...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba